Clara Sánchez
Huracanes, tormentas arrasadoras, inundaciones, no levantamos cabeza. Y ahora para colmo la gripe, ya me había olvidado de que todos los años nos visita la gripe. Y como todos los años, se dice que la de éste es más fuerte que la del año anterior hasta el punto de que se les pone nombre, como a los huracanes. "Australiana", por ejemplo, se llama a la campaña de vacunación que arranca hoy en Madrid. Así que no es de extrañar que nuestros ancianos, uno de los grupos de riesgo, que deben pincharse, estén ya listos y dispuestos desde bien temprano. Para ellos es como un salvoconducto que los conducirá hasta la primavera sanos y salvos. Creo que nunca los ancianos o mayores, como se les llama eufemísticamente, hayan tenido tanta conciencia de lo que es su cuerpo y su salud y de que deben cuidarse. No es que vean, es que se beben el programa de televisión Saber vivir, se compran enciclopedias de medicina, se chequean constantemente, toman vitaminas por un tubo, quieren nadar y bailar, y alientan desde sus sillones del centro de la tercera edad la investigación con células madres. Sentados en un banco del parque sueñan con que dentro de poco se encontrará la manera de regenerar órganos internos y externos y que podrán realizar sus sueños.