
Eder. Óleo de Irene Gracia
Clara Sánchez
Se dice que el invento de Lamarr a la larga ha facilitado que ahora todos podamos ir hablando por teléfono mientras andamos por la calle. Ocurrió en 1942. Su verdadero nombre era Hedwig Eva Maria Kiesler y a los veinte años se casó con un fabricante de armas bastante mayor que ella, después tendría otros cinco maridos más. La leyenda cuenta que solía asistir a las reuniones de trabajo de su marido y que empezó a interesarse por el problema de sincronización de frecuencias para dirigir los torpedos. A todo esto ya era famosa por su desnudo en la película Éxtasis.
De todos modos, llegó un momento en que, debido a la colaboración de su marido con el régimen nazi, consideró que era mejor poner tierra de por medio y huyó a Londres, y de allí a Hollywood, donde paralelamente a su carrera de actriz emprendió la de inventora, lo que le valió el sobrenombre de "la belleza y el cerebro". Como si la guapura y el talento fuesen incompatibles. Los prejuicios contra los guapos está tan injustificada como la discriminación de los feos. Negarle el atractivo a alguien es injusto, pero negarle capacidad e inteligencia sólo por ser agraciado físicamente es perverso ¿o no?.