Skip to main content
Category

Blogs de autor

Blogs de autor

La libertad es mala para tu espalda

¿En qué se parece la realidad actual de la burocracia europea al sueño europeo de paz e igualdad de la posguerra, al sueño de libertad y hermandad de la caída del Muro de Berlín? En bien poco. El Parlamento, el Consejo, la Comisión… se han sumido en una mezcla de inoperancia, debates bizantinos y soberbia de señorones con grandes sueldos. Y para colmo, cuando tienen que decidir algo trascendente, como el acuerdo de libre comercio con Estados Unidos (TTIP), lo hacen en secreto, a espaldas de los ciudadanos.

Pero hay excepciones, y hoy brilló en la sede del Parlamento Europeo el aroma de las causas justas de antaño. Hoy concedieron el premio Sájarov a la Libertad de Conciencia al bloguero saudí Raif Badawi. El joven quiso ejercer lo que en Europa es un derecho establecido, aunque en países como España vuelve a estar amenazado. Me refiero a la libertad de expresión, que obviamente defiende la libertad para criticar, para expresar opiniones adversas al poder y a los poderosos.  Si no, ¿quién necesita libertad para estar de acuerdo?

En Europa hay libertad para hablar y escribir sobre la religión. Libertad para defender cualquier religión y para criticarlas a todas. En Europa no es delito ni siquiera burlarse e insultar a las religiones, como hace el semanario Charlie Hebdo. Pero en Arabia Saudí es delito criticar a la férrea dictadura de la familia reinante y poner en duda las enseñanzas del Islam. Badawi osó criticar la religión oficial. Lo sentenciaron a 10 años de prisión – una pena civil – y a mil latigazos, un castigo religioso y medieval. Los médicos del régimen tienen que evaluar cuánto tiempo tiene que pasar entre una tanda de latigazos y otra. Nadie sobrevive a mil latigazos seguidos. Semejante salvajada es la que constituye lo legal en el principal aliado de Estados Unidos en la zona.

Andrei Sájarov (1921-1989) fue un científico nuclear genial, una persona íntegra, un denunciante de las violaciones a los derechos humanos durante el régimen soviético. Un apestado, castigado y torturado por el gobierno. Un resistente con coraje. Un hombre gentil y moderado. Un héroe. En su nombre el Parlamento Europeo homenajea hoy a Badawi. No podrá venir a recibir el premio. Las autoridades europeas esperan que al menos la presión internacional sirva para quitarle la insoportable pena de los azotes.

Dije al principio que esta libertad de prensa, de opinión y de información, que está en el origen del sueño de la nueva Europa, está en peligro en España. Mientras premian a Badawi en Bruselas, en Madrid se pone en marcha la Ley Mordaza. Lo dejo ahí. 

Leer más
profile avatar
1 de noviembre de 2015
Blogs de autor

Manuscrito encontrado en Zaragoza

Cuando en  los años setenta Alianza Editorial  tradujo la selección del  Manuscrito encontrado en Zaragoza que Roger Caillois había hecho para Gallimard, el  asombro fue general. Las andanzas por España de Alfonso van Worden, un joven  hidalgo flamenco adscrito a las Guardias Valonas de Felipe V, nos pillaron a todos desprevenidos porque no se parecían en nada a lo que habíamos  leído hasta entonces. Se suponía que, encontrándose en Andalucía, el joven oficial extranjero recibía la orden de incorporarse a su regimiento en Madrid. Y su travesía por Sierra Morena era lo más parecido a un viaje alucinatorio: posadas desiertas y aquejadas de una fama siniestra, gitanos y bandoleros, criptojudíos, inquisidores provistos de sus instrumentos de tortura y musulmanes al servicio de unos demonios siempre maquinando perversidades contra los viajeros y, lo más comentado, unas bellísimas princesas norteafricanas que además de manifestar unas vistosas tendencias lésbicas e incestuosas eran tan liberales en sus costumbres que proporcionaban  al viajero unas voluptuosidades nocturnas difíciles de olvidar, sobre todo porque al despertar a la mañana siguiente el soldado se descubría acostado en un  cadalso con los cadáveres corrompidos de dos bandoleros ahorcados y casi comidos por los buitres. Por lo visto las dos beldades estaban al servicio del diablo, dispuesto a ofrecer a viajero el oro y la mora con sólo que abandonase su fe cristiana para abrazar la musulmana.

            Todo iba así, a base de unas historias entreveradas de otras historias que daban entrada a su vez a nuevos y sorprendentes personajes dotados de suma facilidad para contar unas peripecias  personales solo  igualadas por las disparatadas circunstancias que aquejaban a los personajes de la siguiente posada, todo ello sin salir de Sierra Morena.

            El autor (por descontado que entonces casi desconocido incluso en su país) era el conde Jan Nepomuceno Potocki (1761-1815), miembro de una riquísima familia polaca que poseía una inimaginable cantidad de tierras en lo que actualmente es Ucrania Occidental. El  padre de Jan, repostero real y uno de los menos adinerados de la familia, era de todas formas dueño de un territorio equivalente (para entendernos) a la distancia que media entre Barcelona y Zaragoza, con decenas de ciudades y decenas de miles de siervos/esclavos a su servicio. Por seguir la tradición familiar, el conde Potocki ingresó en el cuerpo de ingenieros del ejército polaco y hasta ayudó a los reyes de Malta a luchar contra los piratas berberiscos, pero en el fondo, y por orden de preferencias, lo suyo era viajar (cosa que hizo por medio mundo), aprender (fue un ilustrado dispuesto a asimilar todo el saber de su tiempo) y escribir, una actividad a la que dedicó buena parte de su vida. y a la que debe su actual aprecio universal.

            En lo que respecta a la actividad que le más fama le ha valido, la escritura, lo dado a conocer en Francia por Roger Caillois equivalía más o menos a la versión del Manuscrito encontrado en Zaragoza publicada en San Petesburgo en 1804 y en la que Potocki llevaba trabajando desde 1796. Su afán por conocer nuevas culturas y formas diferentes de entender la vida (la etnografía actual tiene una inmensa deuda con sus trabajos), su curiosidad por todas las ramas del saber y una intensa vida social y aventurera que le llevó a ejercer de espía al servicio del zar, a frecuentar los centros ilustrados de París, a ingresar en la francmasonería e incluso a cruzar el cielo de Viena a bordo de un globo aerostático, parecieron distraerle de sus escritos, pero no. Ajeno al escaso eco alcanzado por el manuscrito de San Petesburgo, Potocki se encerró en alguna de sus propiedades y no solo reescribió y amplió a sesenta y dos las catorce jornadas ya publicadas sino que abrió considerablemente su temática a todas las ramas del saber: seguía habiendo criptojudíos y bandoleros y endemoniados y las dos princesas norteafricanas juegan un papel tan primordial en la complicada trama que una de ellas, Emina, resulta ser la madre de una hija que Alfonso van Worden desconocía y que acabará siendo su heredera universal. Y para terminar de cerrar el círculo, el ya avejentado y cansado oficial de las Guardias Valonas acaba sus días como gobernador de Zaragoza. Qué menos.

            Pero el paso de una versión a otra supuso de hecho la transformación de un relato gótico en una novela hija de la Ilustración con importantes y continuas exploraciones en campos tan distantes como la geometría, la filosofía, la geografía o los cultos del antiguo Egipto. Y una curiosidad: así como a Potocki no le importaba gran cosa la verosimilitud geográfica (en plena Sierra Morena, por ejemplo, el joven oficial se sube a un altozano desde el que contempla un maravilloso panorama de la vega de Granada…situada a bastantes kilómetros de allí) en cambio es  de un rigor exquisito cuando habla de los ritos y creencias recogidos en las libros sagrados de las tres grandes religiones monoteístas.  O por decirlo como lo dicen François Rosset y Dominique Triaire, autores de la magnífica edición anotada que ahora publica Acantilado, los sobresaltos y las apariciones de endemoniados han dado paso a un planteamiento metafísico que ellos platean así: frente a la confusa y cambiante multiplicidad del saber, ¿se puede ser libre para elegir con criterio?

            El propio Potocki no supo encontrar la respuesta adecuada y la amargura de no ver su trabajo intelectual suficientemente reconocido, unida a la desazón que le produjeron dos matrimonios fracasados en medio de ciertas acusaciones de incesto, por no hablar de su profundo cansancio vital le empujaron a una resolución extrema: arrancó una fresa de plata que adornaba el asa de un florero regalado por su madre, confeccionó  con ella una bala y tras hacerla bendecir por el cura de servicio en palacio puso fin a su vida volándose el cerebro.

 

 

Manuscrito encontrado en Zaragoza

Jan Potocki

Edición de François Rosset y Dominique Triaire

Traducción de José Ramón Monreal

Acantilado

 

      

Leer más
profile avatar
1 de noviembre de 2015
Blogs de autor

9. Bibliomaquia de los días

 

 

Desfilan batallones de días azules.

Apollinare

 

Andan días iguales persiguiéndose.

Neruda

 

Y palidece en la luz del día común

Wordsworth

 

Hay días que parecen fotocopias

Aurora Luque

 

Sus días fueron copias

tan perfectas que no mancharon

nunca de hambre sus manos

Raúl Quirós Molina

 

A un día monótono otro

monótono, idéntico, sucede. Pasarán

las mismas cosas, volverán de nuevo a pasar,

iguales instantes nos toman y nos abandonan.

Cavafis

 

contemplo con espanto

el nuevo día traerme el mismo día del fin

del mundo y del dolor,

un día igual a los otros

Carlos Barral

 

Y está la resistencia de los días de lluvia

Inmaculada Mengíbar

 

Sólo me quedan los días iguales

de después, los días marginales

Ricardo Defargues

 

Todos los días para mí son lunes

Jorge Carrera Andrade

 

Sucede que ha llegado a preocuparme 

la manera de ser de las semanas.

Neruda 

 

días regimentados, repetidos

con rigor ordenancista,

días reventones de más días

Vicente Simón

 

Se parecen los días a los días

Esperanza López Parada

 

Los días son igual que una condena.

Santiago Auserón

 

Los días lentos

 se apilan

Buson

 

Igual van a sucederse los días

Como soldados de un domingo

Victorioso.

José Ángel Cilleruelo

 

No hay

pasado. Sí, también yo colecciono

días, pero los tengo todos repetidos

Gabriel Ferrater

 

Pero después de todo, no sabemos

si las cosas no son mejor así,

escasas a propósito... Quizá,

quizá tienen razón los días laborables.

Gil de Biedma

 

Leer más
profile avatar
31 de octubre de 2015
Blogs de autor

Highsmith, por una cerveza en Lleida

En otoño de 1987, el mismo año en que Patricia Highsmith visitó Lleida, The New York Times le encargó un reportaje sobre el cementerio de Green-Wood, en Brooklyn (Nueva York). Construido en 1830, había sido el parque más grande de la ciudad antes de Central Park, un paraje nostálgico y señorial con umbríos jardines que se llenaban los días de fiesta, a pesar de que alojara los huesos de más de medio millón de huéspedes, algunos ilustres como los de Basquiat o Bernstein. Ella se entregó a la tarea acompañada de una joven redactora que le puso al lado el periódico, Phyllis Nagy, que acaba de firmar el guión de Carol, la adaptación de la novela homónima de Highsmith, filmada por Todd Haynes y protagonizada por Cate Blanchett y Rooney Mara, que se estrenará el próximo mes en Estados Unidos. En aquel reportaje que nunca se publicó, la autora de El diario de Edith ?una de sus novelas más sutiles? abordó el paseo entre tumbas y mausoleos con una pluma macabra. ?Escuchando a los muertos que hablan?, lo subtitulaba. En un momento incluso se empeña en acercarse al horno crematorio y mete la mano en él: ?Está todavía caliente ?le dice a su acompañante?. Casi puede oírse cómo los huesos crepitan dentro?. Acaso pensaba en su propia muerte. Pero también en la sed de eternidad. Porque aquella texana iracunda que se vengaba de quien osaba toserle en sus novelas, que abandonaba a una amante detrás de otra, según su biógrafa Joan Schenkar, con perversión y mala baba, empezaba a ser un cuerpo frágil con un puñado de células al revés. Aquel día de abril de 1987 en Lleida encendía y apagaba cigarrillos ante los periodistas que la entrevistábamos. Por testarudeces del destino, daba una conferencia en el Institut d?Estudis Ilerdencs de la mano de Miquel Pueyo, y en aquella ciudad aún muy embarazada de periferia se hallaba la más célebre autora de novela negra que había aceptado la invitación por el cariño que le tenía a su editor, Jorge Herralde, y por el deseo de beber cerveza San Miguel. Así pues, se dejó alojar en el Condes y pasear por la ciudad con tejanos y mirada torva. En verdad, sólo recuerdo dos cosas: que a pesar de la fama que tenía de huraña y perversa, una fiera capaz de marcar para siempre a una principianta, no me humilló. Y que arrastraba el hastío hasta en las repuestas. Sergio Vila-Sanjuán, que firma la crónica del 27 de abril en La Vanguardia, se refiere a ella como ?una mujer algo amedrentadora? y ?una inquietante dama solitaria?. La escritora le confiesa: ?He sido profundamente infeliz?, y añade que nunca pensó en el suicidio, a diferencia de sus personajes. Alguien que declaraba con la frente bien alta que ?lo mórbido, lo cruel, lo anormal me fascina? imponía respeto. Highsmisth entendió en Green-Wood la importancia de la plástica del final: ?Irse con estilo, con tanta dignidad y elegancia como sea posible?, escribió. Moriría ocho años después. Ahora se cumplen veinte, y Anagrama ha reeditado buena parte de su obra. Un aniversario que coincide con su regreso a la gran pantalla con Carol, su segunda novela, publicada en 1952 como El precio de la sal, firmada por una tal Claire Morgan. Fue un hito literario, y no por el lesbianismo de sus protagonistas, sino porque al fin una relación entre dos mujeres se narraba con esperanza y felicidad. Patricia Highsmith tardaría treinta años en ver su nombre en la portada de la retitulada Carol. La amargura que revistió su vida no empequeñece su obra. Sólo encontraba la paz rodeada de gatos, bebiendo vodka y escribiendo. Tijeras del reino / Alber Elbaz

?Abruptamente?, dice la prensa francesa. Así terminó ?un mito? como Alber Elbaz, el creador que después de 14 años abandona uno de los salones más sublimes de la moda, creado en 1889 por la exquisita Jeanne Lanvin, que inmortalizó el corte al bies. Desavenencias entre la propietaria taiwanesa de la marca y el creador, agotado por la presión de un negocio disparatado, han puesto el fin a la relación. Aunque la vacante en Dior acelera la imaginación. Elbaz puede aspirar a cualquier trono. Todo naturalidad / David Muñoz y Cristina Pedroche

A él le gusta que le llamen Dabiz, mientras que ella hace proselitismo de Vallecas siempre que puede. Se han casado en la intimidad, e incluso la biblia social, Hola, ha recogido el momento desprovisto de boato: en tejanos y zapatillas, tal como se dieron el sí. ¿Por qué causa tanta atracción esta pareja? Acaso porque el chef estrellado de la cresta y la desacomplejada presentadora se mueven en esa gama que va de la naturalidad al bochorno y acaba en el morbo. La chica Bond / Monica Bellucci

No sólo es la primera (esplendorosa) cincuentona que enamora al macho alfa de 007; la italiana, con un vestido de terciopelo escotado en la espalda, acaparó todas las miradas y flashes en la première londinense de la última entrega de Bond, Spectre. ¿Su secreto? ?Disfrutar de los placeres de la vida, si tengo que dar algún consejo es que hay que comer bien, beber bien, tener buen sexo y reírse mucho, el resto viene por sí solo?. El cine también entiende de mujeres reales. (La Vanguardia)

Leer más
profile avatar
31 de octubre de 2015
Blogs de autor

Vínculos

Acababa de pronunciar una conferencia en el Círculo Entomológico y permanecía aún sentado mientras dedicaba ejemplares de mi último libro cuando se aproximó una mujer de unos 37/38 años cuya carencia de atractivo era fruto de su pertenencia al tipo sudorosa menstrual. No esperó a que terminara mi labor firmadora y a muy poca distancia de mi oído susurró algo así como que varias personas del público comentaban el gran parecido existente entre ella y yo, y que incluso le habían llegado a preguntar si era mi hija. Al salir del Círculo varios amigos y conocidos me advirtieron de que una mujer de unos 37/38 años poco atractiva iba proclamando por la sala que era la hija del conferenciante. Llegué tarde al despacho y aunque cansado conecté el ordenador para ver si tenía correo y entre otros de escasa relevancia apareció el de una señora de Tarrasa de la que perdí la pista hará unos 37/38 años tras recibir una foto en la que se la veía con un recién nacido en brazos. Ahora dicha señora recordaba aquellos tiempos aportando numerosos detalles entre los que destacaba la confesión del gran amor que sintió por mí y el intento de acercamiento a mi familia acudiendo a la consulta de mi padre ginecólogo dentista. En una segunda tanda de sinceras declaraciones revelaba la sorpresa que le produjo el conocimiento de mi progenitor cuyas virtudes profesionales consideraba excelentes y cuyo aspecto físico resultaba muy parecido al mío pero superándolo ampliamente en atracción sexual directa. Luego enumeraba lugares de la ciudad de Barcelona que ella y yo habíamos compartido pero incurriendo en el error de incluir una garçonnière de la calle del Camp que nunca utilicé pese a poderle sustraer con facilidad las llaves a mi padre. No contesté al correo. No he sabido nada más de esa señora. Y en cuanto a mi hermana espero no volver a encontrarme jamás con un ser tan poco atractivo.      
Leer más
profile avatar
30 de octubre de 2015
Blogs de autor

El tú

Los conocidos, los parientes, los amigos se acuerdan de ti. Pero ¿qué imagen tan fuera de tu control no estarán formando contigo? Amar, recordar, enjuiciar componen juntas un personaje donde ¿cómo esperar que te retraten al referirse a ti? ¿Retrato? ¿Trato? ¿Contrato? ¿Teatro?

Leer más
profile avatar
30 de octubre de 2015
Blogs de autor

Dos goles iraníes

Ya van dos. En julio, el acuerdo nuclear. Ahora, a partir de hoy, la negociación sobre el futuro de Siria. La República Islámica de Irán, regida desde hace dos años por el equipo reformista de Hasán Rohani, ha dado en cuatro meses dos pasos de gigante como potencia regional, consolidando así en sus relaciones internacionales la ventaja geopolítica que obtuvo de la destrucción del régimen sunita de Sadam Husein y de su sustitución por un nuevo régimen democrático de hegemonía chiita.

Son solo dos puntos de una larga partida, en la que Teherán se reintegra en la comunidad internacional, después de 35 años de anormalidad, provocada por la ruptura de relaciones con Estados Unidos, y conquista dos casillas estratégicas como potencia islámica en competencia directa con Arabia Saudí.

El acuerdo nuclear, negociado durante 12 años en el seno del grupo P5+1 (los cinco países con derecho de veto en el Consejo de Seguridad, que son Estados Unidos, Rusia, China, Reino Unido y Francia, además de Alemania) y culminado en Viena el pasado 14 de julio, compromete a Irán a un régimen de inspecciones para evitar la obtención del arma atómica, pero le sitúa en el umbral nuclear en el que se hallan los países más desarrollados, poseedores de tecnología para obtenerla en poco tiempo, en abierta ventaja respecto al rival sunita de la otra orilla de Golfo Pérsico.

La participación en la negociación para finalizar la guerra en Siria, a su vez, sentará a Irán en pie de igualdad con Arabia Saudí y Turquía, las otras dos potencias regionales, junto a Rusia y Estados Unidos, sin que Teherán tenga que entregar en prenda la cabeza del dictador Bachar El Asad.

Si en la negociación nuclear fue Washington quien aportó la iniciativa, en la negociación sobre Siria es el caso contrario. Vladimir Putin es quien ha sabido aprovechar el hueco dejado por Obama con su política de bajo perfil para intervenir militarmente en Siria, en apoyo de su protegido El Asad, y ofrecerse como impulsor de un acuerdo de paz del que no quiere excluir al principal responsable de la guerra civil.

Es una ironía de la historia que uno de los valedores de la negociación con Irán sea el ex presidente Jimmy Carter, que sufrió en 1979 al final de su único mandato la crisis de la embajada en Teherán y fracasó en el rescate militar de los diplomáticos secuestrados, origen todo ello de la tensión de más de tres décadas entre ambos países. El plan propone la organización de un alto el fuego, un gobierno de unidad, reformas constitucionales y al final elecciones.

Entre el Estado Islámico y el régimen de El Asad, significa elegir a este último como mal menor para eliminar lo más rápidamente posible al primero. De prosperar, será un alivio para Jordania, Turquía y Líbano, donde se refugian los sirios y para los países europeos donde piden asilo político a millares. Políticamente, será un nuevo triunfo de la astucia geoestratégica de Putin, que saca partido de las debilidades ajenas para reavivar los ensueños imperiales rusos.

Leer más
profile avatar
29 de octubre de 2015
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.