Skip to main content
Escrito por

Víctor Gómez Pin

Victor Gómez Pin se trasladó muy joven a París, iniciando en la Sorbona  estudios de Filosofía hasta el grado de  Doctor de Estado, con una tesis sobre el orden aristotélico.  Tras años de docencia en la universidad  de Dijon,  la Universidad del País Vasco (UPV- EHU) le  confió la cátedra de Filosofía.  Desde 1993 es Catedrático de la Universitat Autònoma de Barcelona (UAB), actualmente con estatuto de Emérito. Autor de más de treinta  libros y multiplicidad de artículos, intenta desde hace largos años replantear los viejos problemas ontológicos de los pensadores griegos a la luz del pensamiento actual, interrogándose en concreto  sobre las implicaciones que para el concepto heredado de naturaleza tienen ciertas disciplinas científicas contemporáneas. Esta preocupación le llevó a promover la creación del International Ontology Congress, en cuyo comité científico figuran, junto a filósofos, eminentes científicos y cuyas ediciones bienales han venido realizándose, desde hace un cuarto de siglo, bajo el Patrocinio de la UNESCO. Ha sido Visiting Professor, investigador  y conferenciante en diferentes universidades, entre otras la Venice International University, la Universidad Federal de Rio de Janeiro, la ENS de París, la Université Paris-Diderot, el Queen's College de la CUNY o la Universidad de Santiago. Ha recibido los premios Anagrama y Espasa de Ensayo  y  en 2009 el "Premio Internazionale Per Venezia" del Istituto Veneto di Scienze, Lettere ed Arti. Es miembro numerario de Jakiunde (Academia  de  las Ciencias, de las Artes y de las Letras). En junio de 2015 fue investido Doctor Honoris Causa por la Universidad del País Vasco.

Blogs de autor

De la Universidad de Berlín

Indicaba en el escrito anterior que las referencias a la sociología marxista han desaparecido prácticamente de la boca de analistas de prensa, profesores de ciencias humanas, economistas, profesores de filosofía etcétera. Y con ello obviamente tampoco aparecen en los discursos con los que los pocos estudiantes revoltosos justifican su oposición, por ejemplo al modelo europeo de universidades conocido como Bolonia.

Se ha argumentado, acertadamente, que Bolonia acaba con un concepto de universidad que tiene expresión teórica en el Conflicto de las Facultades de Immanuel Kant y concreción práctica en la Universidad de Berlín. Kant y Humboldt veían la universidad esencialmente como un tribunal de la razón, donde la causa final del esfuerzo a realizar eran objetivos de inteligibilidad. La lucidez respecto a las cuestiones fundamentales que atraviesan el alma humana era la meta y los intereses prácticos surgirían como eventuales corolarios: l'intendance suivra -los problemas de intendencia se resolverán por añadidura- espetó el general de Gaulle a un ayudante que, ante su estrategia en la Resistencia, objetó que había problemas de suministro. Pues bien:

En la base de esa conversión de un tribunal de la razón en escuela de formación profesional que supone el proyecto Bolonia, se encuentra la estimación de que los problemas de intendencia no pueden ser diferidos, simplemente porque, resquebrajado, el horno no está para bollos, y lo primero que hay que hacer es repararlo. Los llamados ciclos cortos y sobre todo el énfasis que ponen los legisladores en la necesidad de que de los mismos se salga con un perfil que facilite la plena adaptación a las exigencias del mercado, serían la etapa primera en esta tarea reparadora. Una vez eliminada toda veleidad de que siga habiendo disciplinas marcadas por puras exigencias de inteligibilidad; eliminada en consecuencia la kantiana (¡y peregrina! exclamaría el legislador actual) idea de que el departamento de filosofía perdurara como "un departamento administrativo entre otros y sin embargo toda la universidad" ; eliminada, en suma, la idea de que la razón una e indivisible ha de ser reivindicada en la pluralidad de esas manifestaciones suyas que son las disciplinas científicas o artísticas especializadas... la universidad -pública o privada- empezará realmente a funcionar, al igual que funcionan las cosas cuando nos dejamos de filosofadas y aplicamos criterios empresariales.

Leer más
profile avatar
3 de julio de 2008
Blogs de autor

Maldad absoluta y trivialización de la maldad concreta

/upload/fotos/blogs_entradas/benito_mussolini_and_adolf_hitler_med.jpgEn los años que siguieron a la llamada Gran Depresión se fueron consolidando en Europa partidos de extrema derecha que, con diversos matices, e instalados o no en el poder, convergieron en la alianza constituida en torno a Alemania e Italia durante la segunda guerra mundial. Obviamente el Nacional-Catolicismo español no presentaba los mismos contenidos programáticos que el Fascismo italiano y sobre todo no podía sino diferir grandemente del totalitarismo racista de la Alemania hitleriana. Lo mismo cabe decir si se compara el régimen petainista de Francia con el abominable régimen ultranacionalista que sembró el terror en Croacia, o con el de Oliveira Salazar -en gran parte fiel a la alianza secular con Inglaterra- y así sucesivamente.

La diversidad interna no impedía sin embargo que un hilo conductor los vinculara estrechamente. Ante la pregunta por tal hilo conductor no había, hasta hace quince años, duda en la respuesta: estas formas de ultra-nacionalismo constituían la reacción defensiva (adecuada a las circunstancias de cada país) a la amenaza que para un capitalismo en crisis suponía la resistencia del movimiento obrero. Pues este último era susceptible de aprovechar los puntos vulnerables del sistema democrático, es decir, precisamente aquellos por los cuales la democracia era algo más que exclusivamente formal. El petainismo, el franquismo y el fascismo, como regimenes nacionalistas de vocación imperialista, eran entre sí contradictorios, pero los unificaba su condición de vehículos para frenar la expansión de idearios de emancipación social con origen en la Revolución Francesa y prolongación en la Revolución de Octubre. Desde el punto de vista de que todos eran modalidades extremas de defender los intereses del capital, se trataba efectivamente de análogos perros con diferentes collares. Por eso surgieron todos en una época determinada y como consecuencia de que el capitalismo se sentía profundamente amenazado. Pues bien:

/upload/fotos/blogs_entradas/nacis_med.jpgAhora resulta que tan cristalina explicación no es de recibo, y además no es políticamente correcta. Mas como no aparece ninguna otra explicación alternativa, simplemente se renuncia a encontrar en ese embrollo algún elemento de racionalidad. Como consecuencia surge una pasmosa teoría de la maldad absoluta de los unos, complementada necesariamente con una trivialización de lo que representan los otros. Y así el nazismo era la reencarnación la voluntad de mal que por arte de birbiriloque (¿o de intrínseca maldad de la raza alemana?) habría tomado cuerpo en Alemania. El franquismo, el musolinismo etcétera, serían tan sólo regímenes autoritarios, en gran parte legitimados por los excesos a que podía llegar a dar pie el sistema de libertades formales.

En suma, se sumerge esa época en una tiniebla, se avanzan hipótesis ofensivas para el pueblo alemán, y se insulta la memoria de las víctimas de los demás regímenes: víctimas de un poder capitalista que encontraba en cada país los secuaces adecuados, es decir: personas dispuestas a erigir en máxima subjetiva de su acción, la erección de estructuras políticas que conducían inevitablemente al aviso del débil. Las consecuencias fueron sin duda más graves en el caso de unos que de otros, pero la significación de tales regímenes y las motivaciones a las que respondieron los encargados de apuntalarlos eran exactamente igual de inmundas.

Leer más
profile avatar
2 de julio de 2008
Blogs de autor

Del asunto de las sesenta y cinco horas y otras miserias (2)

La total impunidad con la que los ministros europeos han podido avanzar una medida tan vejatoria como esta ley de las 65 horas vuelve a hacer perceptible algo que durante un tiempo resultaba una evidencia, a saber: que una sociedad donde el mercado carece de polo moderador no garantiza, en última instancia, más libertad que la del mercado mismo. Mientras esta última no sea vulnerada, el respeto a las demás es de buen tono... pero no requisito para ocupar un lugar en el sol de la respetabilidad. Una reflexión sobre asuntos análogos me permitía, hace un tiempo, denunciar lo intrínsicamente injusto, y hasta ofensivo de la amalgama consistente en homologar la miseria objetiva a que condujo el estalinismo, a las miserias del franquismo o del fascismo. Sostenía, y sostengo, que la primera es reflejo de un trágico fracaso en el proyecto ilustrado de alcanzar una sociedad que permitiera al hombre la plena realización de su naturaleza, mientras que la segunda es, por el contrario, expresión directa de la resistencia más feroz a tal ideario.

Recordaba aquí mismo que al final de los años 60 (en los que la isla de Cuba constituía para la causa de la dignidad del hombre un lugar faro) empezó a circular en los medios de izquierdas de París, ciudad donde yo entonces residía, el rumor de que el régimen estaba procediendo a una persecución sistemática de los homosexuales. La primera reacción era en general de incredulidad (tenía que tratarse de una falacia imperialista). Mas ante la iteración de testimonios fuera de toda sospecha, la incredulidad dio paso al estupor, y sobre todo a la desolación. Pues el hecho de que, por estúpidas, cobardes y oportunistas razones ideológicas, el régimen cubano persiguiera a un colectivo social en situación de penuria como eran los homosexuales, era vivido como una traición al ideario mismo que se hallaba en el origen del alzamiento de los cubanos contra la tiranía imperante.

Por el contrario, como ya he tenido ocasión de escribir, que los jerifaltes franquistas erigieran leyes como la llamada de peligrosidad social (que amalgamaba a vagabundos, drogadictos, homosexuales, subversivos y un rosario de "vagos y maleantes"), no constituye sino una muestra de fidelidad a un proyecto que tiene en el abuso del débil sino un directo ingrediente de la máxima de acción subjetiva (que en ocasiones también) sí, al menos, un auténtico corolario del entramado social que tal ideario supone.

Desgraciadamente tampoco había muchas razones objetivas para sentirse decepcionado cuando hace dos años el clerical régimen (democráticamente elegido) de los pintorescos hermanos gemelos polacos persiguiera hasta la expulsión a funcionarios cuya única falta era la de tener inclinaciones sexuales no acordes con la moral impuesta por la religión de estado. A nadie podía dejar tampoco estupefacto el que se hurgara en el pasado de modestísimos ciudadanos en busca de rasgos estigmatizadores, que conducían a precarizarlos económicamente y marginarlos socialmente. Como máximo (por aquello de las barbas del vecino) nos inquietaba que ello pudiera ocurrir en el seno de la liberal Europa, cuya imagen de parapeto contra modalidades encubiertas de totalitarismo queda seriamente dañada.

Modalidad apenas encubierta de efectivo totalitarismo es el sólo anuncio de que se dejara a los patrones la posibilidad de acordar libremente (a la indecencia se añade el sarcasmo) con un trabajador amenazado por el paro una jornada laboral de sesenta y cinco horas.

Leer más
profile avatar
1 de julio de 2008
Blogs de autor

Del asunto de las sesenta y cinco horas y otras miserias

El pasado invierno varios diarios europeos recordaban en editoriales la indecencia de aprovechar actos cometidos por un individuo para lanzar un anatema sobre el conjunto de los miembros de la comunidad a la que pertenece. Lo más alarmante del caso era, sin embargo, el origen de esta amalgama entre delincuencia y perteneciente a un colectivo cultural o nacional. Pues las palabras más radicales respecto al asesinato por parte de un ciudadano rumano de una mujer en Roma eran pronunciadas por el alcalde de la ciudad "Roma era la ciudad más segura de Europa antes de la entrada de Rumania en la Comunidad Europea", había dicho textualmente. Posteriormente el entonces ministro del Interior Amato no tenía empacho en declarar que en su país había entre la población un alto grado de hostilidad contra los rumanos. Ante las preguntas del entrevistador precisaba que no se trataba en particular de los "rom" (comunidad gitana), puesto que esta se limitaría a "robos sin violencia", sugiriendo así que había razones para ver en los rumanos como tales potenciales autores de crímenes con violencia.

Ni el alcalde de Roma Veltroni, ni el ministro Amato pertenecían a ninguno de los grupos políticos cuya esencia es canalizar la agresividad de los ciudadanos hacia el abuso del débil. Concretamente Walter Veltroni fue dirigente del Partido Comunista y el 14 de octubre del pasado año había sido elegido secretario general del Partido Demócrata, visto por más de uno como única izquierda viable.

Es en esta misma Europa dónde se ha dado el primer paso hacia una ley por la que sería posible que empleador y empleado acordaran libremente que este último llegara a trabajar hasta 65 horas. No es detalle menor el que un social demócrata como Gordon Brown fuera uno de los mayores impulsores de la misma, de tal manera que Sarkozy y Merkel incluso se libraran del trabajo sucio. Cuando se piensa que la social-democracia europea luchaba hace apenas veinte años por las 35 horas, nos damos cuenta del abismo que supone tener o no tener como polaridad real un sistema (¡y un ejército que lo defendía!) en el que quedaba un rescoldo de la Revolución de Octubre.

Se ha dicho muchas veces, con mayor o menor frivolidad, que la persistencia del régimen soviético, podía ser opresor para gran parte la población del Este, pero que una impagable garantía para los trabajadores de Occidente. Pues bien: todos aquellos que se sumaron a las congratulaciones de los poderosos del mundo con motivo de la caída del muro de Berlín, tienen ahora ocasión de comprobar hasta que punto la promesa de libertad que creyeron ver constituía efectivamente un espejismo.

No puede desgraciadamente ser motivo de sorpresa el que los jerifaltes europeos actuales tengan el desparpajo de proponer leyes tan indecentes como la mencionada de las sesenta y cinco horas, o como la de la expulsión de emigrantes, que han llegado a nuestros países por meras exigencias del sistema productivo y con absoluta complicidad de autoridades que- obedeciendo ahora a exigencias complementarias del mismo sistema- han dejado provisionalmente de abrir la mano. Las medidas se toman obedeciendo a imperativos mayores y el ministro Corbacho (a la vez que tranquiliza su conciencia declarando que lo de las sesenta y cinco horas es un retorno a la esclavitud del siglo diecinueve) ni siquiera estuvo en condiciones de votar en contra. Su vergonzosa abstención es una excelente muestra de obediencia a lo que impera: por ejemplo obediencia a la idea de que hay que estar en condiciones de competir con países como India o Brasil y dejarse de coñas, es decir, dejarse de hablar de trabajar 40 horas.

Ahora que hay crisis del petróleo y puede, en consecuencia, ser muy rentable el carbón un amigo me recordaba que los diminutos cuerpos de niños de siete años eran en el siglo 19 muy útiles para penetrar en las galerías más recónditas...

Leer más
profile avatar
30 de junio de 2008
Blogs de autor

Falsa borrachera… auténtica resaca (2)

El lunes 23 de junio, día en que todos los periódicos dedican parte de su primera página a la victoria de España frente a Italia, en un importante diario de Barcelona el vicedirector recordaba oportunamente lo siguiente:

"El fútbol es una industria controlada por tecnócratas. Desde la FIFA hasta millonarios con fortunas de dudosa procedencia que compran clubs. Estamos ante un juego ejecutado por escuadras simbólicas que jamás resistirán una limpieza étnica, so riesgo de descender a divisiones carentes de rentabilidad. Quizás por ello propicia el tráfico de niños africanos que patean pelotas de trapo en sus países de origen con la esperanza de que, patera de por medio, acaben siendo el Droghaba de turno."

Tras constatar que el fútbol vincula en una misma causa extremos ideológicos de la sociedad (¡aquella vieja retórica falangista de que España era más importante que la polaridad derecha/izquierda! "antes roja que rota...") el mismo articulista evoca al escritor uruguayo Eduardo Galeano, quien se habría mofado de una izquierda que atribuía al fútbol un papel narcotizante, apto a convertir al pueblo-siempre amenazante para cualquier sistema embrutecedor de vidas-en manipulable masa.

En la relativamente moderada Barcelona cuando de explosiones de españolidad se trata, el 22 de junio por la noche un monumental barullo de bocinas hizo a todos saber la buena nueva del triunfo sobre Italia. El asunto de las 65 horas de esclavitud, con las que los secuaces del auténtico Señor amenazan en Europa a los trabajadores no ha provocado, que yo sepa, bocinazo (esta vez de indignación) alguno. Cuando este texto aparezca, España se habrá enfrentado otra vez a Rusia. El tenebroso "a por ellos" habrá sido escuchado y mentalmente iterado por millones de amenazados por la esclavitud y las hipotecas. Pues bien:

Exponiéndome a que Eduardo Galeano y tantos otros me consideren un trasnochado despreciador de un deporte que sería sana expresión de valores populares, repetiré lo que escribía antes del encuentro España-Rusia de hace unos días: "de ganar los colores propios, ninguno de los que somos víctimas de reales frustraciones ganará en realidad nada, pues la borrachera de la victoria quedará reducida a resaca; mas en caso de perder, la resaca será auténtica y la vomitona se añadirá a las que ya convierten cotidianamente la vida en un asco."

Leer más
profile avatar
27 de junio de 2008
Blogs de autor

El Reino de los Cielos

"El Reino de los Cielos es también como un hombre que, al

ausentarse, llamó a sus siervos y les encomendó su hacienda:  a uno

dio cinco talentos, a otro dos y a otro uno, a cada cual según su

capacidad; y se ausentó.

 

/upload/fotos/blogs_entradas/parbola_de_los_talentos_pintura_de_henry_coller._med.jpgEnseguida, el que había recibido cinco                                               

talentos se puso a negociar con ellos y ganó

otros cinco.  Igualmente el que había

recibido dos ganó otros dos.  En cambio el

que había recibido uno se fue, cavó un hoyo

en tierra y escondió el dinero de su señor.

Al cabo de mucho tiempo, vuelve el señor de

aquellos siervos, y ajusta cuentas con ellos.

 

Llegándose el que había recibido cinco

talentos, presentó otros cinco, diciendo:

 

‘Señor, cinco talentos me entregaste; aquí tienes otros cinco que he ganado'

Su señor  le dijo: ‘¡Bien, siervo bueno y fiel!; en

lo poco has sido fiel, al frente de lo mucho te

pondré; entra en el gozo de tu señor.'

 

Llegándose también el de los dos talentos

dijo: ‘Señor, dos talentos me entregaste; aquí tienes otros dos que he

ganado.'  Su señor le dijo: ‘¡Bien, siervo bueno y fiel!; en lo poco has

sido fiel, al frente de lo mucho te pondré; entra en el gozo de tu señor.'

 

Llegándose también el que había recibido un talento dijo:

 

‘Señor, sé que eres un hombre duro, que cosechas donde no sembraste y recoges donde no esparciste.  Por eso me dio miedo, y fui y escondí en tierra tu talento. Mira, aquí tienes lo que es tuyo.'  Mas su señor le respondió:

 

Siervo malo y perezoso, sabías que yo cosecho donde no sembré y

recojo donde no esparcí;  debías, pues, haber entregado mi dinero a

los banqueros, y así, al volver yo, habría cobrado lo mío con los

intereses.  Quitadle, por tanto, su talento y dádselo al que tiene los

diez talentos.  Porque a todo el que tiene, se le dará y le sobrará; pero

al que no tiene, aun lo que tiene se le quitará.  Y a ese siervo inútil,

echadle a las tinieblas de fuera. Allí será el llanto y el rechinar de

dientes."

 

Mateo 25, 14-30

Leer más
profile avatar
26 de junio de 2008
Blogs de autor

Siervo fiel y laborioso (2)

Los diarios ilustraban la noticia de la inauguración de la Tony Blair Faith Foundation con una foto de ambos compadres, Bill Clinton y Tony Blair. Foto literalmente generadora de fobia en todo aquel en quien subsista un átomo de confianza en la entereza de los humanos, en todo aquel que no sea ya irrecuperable víctima del nihilismo, en todo aquel que, en suma, no tenga ya una "visión del mundo como resaca" (por retomar una expresión de mi amigo Jordi Sobrequès).

Y no se trata sólo de que la máscara que les recubre no consigue impedir que trasluzca la verdad de un espíritu reducido al arte de urdir patrañas (esa expresión de astucia que tanto desolaba al Narrador de La Recherche en los ojos de antiguo condiscípulo reencontrado en la agónica fiesta de los Guermantes). Se trata sobre todo de que trasluce asimismo lo que determina en última instancia esta genuflexión ante la mentira y que no es otra cosa que el miedo.

Pues sólo cuando el miedo vence, sólo cuando el deseo de evitar  lo inevitable impera, sólo cuando se trata de salvarse a cualquier precio, se sacrifica el juicio propio a la par que se sacrifican (en Irak como en Belgrado) las vidas ajenas. Y como corolario de todo ello el dinero, el efectivo Señor apenas encubierto por las representaciones imaginarias, se convierte en aquello que en última instancia legisla, se convierte en la causa final de nuestras acciones, ya se hallen éstas encubiertas por máximas de acción edificantes. El dinero es efectivamente el motor que activa las almas de esos arrodillados por el miedo que son los Bill Clinton y Tony Blair de la imagen que estoy glosando. Al servicio del   dinero y en pos de sus migajas ambos han trabajado duro y, en su jubilación, siguen siendo disciplinados y activos. "Siervo ruin y perezoso..." dice en la parábola de los  talentos el amo a quién le devuelve la misma moneda que le ha dado. Por el contrario, aquellos que, temerosos de su ira, fueron a ver a los banqueros y duplicaron o triplicaron lo recibido, son tratados de "siervo fiel y laborioso", en razón de lo cual para ellos "será el reino de los cielos".   

Leer más
profile avatar
25 de junio de 2008
Blogs de autor

Siervo fiel y laborioso

Decía que en la presentación de la Fundación de la fe el ex -Premier británico se hallaba acompañado del también ex -mandatario Bill Clinton. Sabido es que este último, cuya fortuna se consumió parcialmente entre legajos judiciales consecuencia del tan cómico como miserable affaire Lewinsky, ha conseguido felizmente recuperarse, entre otras cosas pronunciando edificantes conferencias a favor  de la paz, remuneradas en  decenas de miles de dólares. Todo sea en pos del amor de los esposos y de estos con la progenitura, ya que si las encantadoras esposa e hija del presidente llegaran a sufrir apuros por una caída en la tentación del pater familias, ello no sólo sería injusto sino que podría acarrear una menaza para la unión de la célula. Pues bien:

Tampoco el ex - Premier es manco a la hora de garantizar el bien de los suyos, luchando contra la enfermedad y la pobreza y sirviendo la causa de la paz, siempre  por mediación de la causa de la fe. El excelente corresponsal del diario La Vanguardia en Londres, glosaba la noticia de la creación de la fundación con el siguiente párrafo.

"Además de dirigir su recién lanzada fundación, Blair ha sido fichado como profesor de religión de la universidad de Yale. Pero en su caso la fe no mueve sólo montañas, sino también dinero: cobra un promedio de trescientos mil euros por conferencia... La editorial Random House le va a pagar siete millones de euros por sus memorias, complementadas por las de su esposa para poder pagar las hipotecas de sus cinco propiedades. La fe no te dice lo que está bien, sino que te da fuerza para hacerlo, dice Tony Blair."

Leer más
profile avatar
24 de junio de 2008
Blogs de autor

Dios salva a Blair

/upload/fotos/blogs_entradas/tony_blair_med.jpgDecía ayer que recientemente se inauguró en Nueva York la Tony Blair Faith Foundation, cuya vocación es la de luchar contra la enfermedad y la pobreza. Se sabía que El ex -Premier era un hombre devoto. Se sabía también que esta devoción le acercaba a Roma, aunque prudentemente no diera el paso de la conversión a la verdadera hasta haber dejado (si a tal desastre se le puede calificar con un término que parece implicar voluntad libre) el cargo. Se sabía incluso que, ante el enorme peso que para su conciencia cristiana y social-demócrata, suponía su responsabilidad en un conflicto que acarrearía víctimas por centenas de millares, tuvo la suerte de que El Señor nunca le abandonara ("Me apoyé en Dios" llegó explícitamente a declarar).

A diferencia del miserable siervo del texto evangélico que no hace fructificar el único talento que su amo le concede en préstamo (lo cual supone para el pobre diablo ser expulsado a las tinieblas exteriores donde "será el llanto y el crujir de dientes"). Tony Blair sí tiene muy en cuenta que El Señor es un amo implacable, que exige dónde no ha dado y recolecta dónde no ha sembrado, de ahí que se haya propuesto que el modelo americano, en el que religión y política son aspectos inseparables, se generalice. Su fundación es un precioso vehículo para tan loable objetivo, alcanzado el cual no se dará ya el caso de que un político europeo se vea dificultado para, a diferencia de Bush, rezar en público (cosa que, confiesa Blair, constituyó durante su mandato la mayor de las frustraciones).

En la presentación de la Fundación para la fe Blair contó con el impagable apoyo de Bill Clinton, otro reconvertido a la causa de la paz, quien precisamente por no compartir el Credo papal, se haya por ello en condiciones óptimas de apoyar las palabras del ex mandatario británico: "No se me ocurre ningún objetivo más importante en el mundo globalizado que promover el entendimiento entre las distintas religiones".

Algún lector de poca fe estimará quizás que objetivo más importante es alcanzar las condiciones sociales de posibilidad de que el hombre, asumiendo con entereza su condición y su destino, no necesite en absoluto apoyarse en Dios. Pero tal lector, precisamente por su poca fe, estará solo en el lecho de muerte. Solo y hasta quizás sin un duro... a diferencia del literalmente afortunado Tony Blair, asunto éste del que me ocuparé mañana.

Leer más
profile avatar
23 de junio de 2008
Blogs de autor

Subterráneo para los políticos

Hace ya un tiempo me ocupé del episodio electoral español en el que uno de los candidatos se dejó tildar reiteradamente de mentiroso por su adversario sin que se diera la menor reacción, y lo que es peor (dados los resultados de las inmediatas encuestas) sin que la audiencia otorgara la menor importancia a esta pasividad. No pasaba en suma por la cabeza de ningún ciudadano que la dignidad del político en cuestión exigía  decir que hasta aquí habíamos llegado, pedir a su oponente explicaciones y, en ausencia de ellas, negarse no ya a continuar debatiendo en conformidad al previsto guión, sino incluso a dirigirle la palabra.

Ello indicaba que entre los atributos que la ciudadanía supone en un político ha dejado de contar aquello que la lengua castellana designa con el término de hombría y aun hombría de bien (la andreia de los griegos que, como ya he tenido ocasión de indicar, es atribuible a hombres y a mujeres). A un político se le exige tan sólo que sea pasablemente buen gestor, y parece variable irrelevante que use su inteligencia para el arte de trabar rapiñas. Obviamente lo importante en este asunto es el grado de nihilismo que se da en el alma de cada ciudadano, su resignación a que la mentira sea el lubrificante del orden social. Quisiera, sin embargo, ocuparme hoy de un aspecto tangencial, relativo al destino de los políticos una vez que han perdido (por lo general sintiendo que con ello su alma se oscurece) sus cargos:

/upload/fotos/blogs_entradas/chirac_med.jpgEl 10 de junio leía en los periódicos que el ex-presidente Chirac ha inaugurado una fundación que lleva su nombre, dedicada (¿cómo no?) a promover la paz, el ecologismo (lucha contra el cambio climático en primera instancia) el vínculo entre culturas, etc. Una fundación también destinada a edificantes tareas lleva el nombre de Gore. Creo que una análoga es presidida por Carter, y así un largo etcétera. De suponer que, cuando estaban en sus cargos, todos estos mandatarios respondían ya a tan generosos principios, dado el enorme poder relativo que se les atribuía, es para concluir que aquí no hay nada que hacer y que (como Marx indicaba) en cuestiones de estructuración social el bien y el mal no dependen de las voluntades individuales sino de juegos de fuerzas. Pero en fin... uno de los políticos que, abandonado por El poder, ha encontrado refugio en la filantropía espiritual es Tony Blair, que hace unos diez días inauguró en Nueva York la Fundación de la fe. Mañana me ocuparé de este acontecimiento.

Leer más
profile avatar
20 de junio de 2008
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.