Skip to main content
Blogs de autor

Fiesta y buen tiempo

Por 18 de octubre de 2016 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Vicente Molina Foix

     Montaigne se burlaba de los pensadores enmascarados bajo un falso semblante pálido y repelente; la filosofía "no predica otra cosa que fiesta y buen tiempo", y según él "nada hay más alegre, más airoso, más divertido y casi diría que retozón". Pero el mismo hombre, en el ensayo titulado ‘La soledad’, escribe también sobre esa trastienda de la intimidad donde conversar estoicamente consigo mismo, "tan privada que no tenga cabida ninguna relación o comunicación con cosa ajena; discurrir y reír como si no tuviésemos mujer, hijos ni bienes, ni séquito ni criados, para que cuando llegue la hora de perderlos, no nos resulte nuevo arreglárnoslas sin ellos" (cito por la traducción de J. Bayod Brau, Acantilado, 2007).

     La paradoja de un carácter tan agudo, tan cultivado y profundo, tiene en los ‘Ensayos’ la vía de escape del humor ("mi estilo es por naturaleza cómico") y la franqueza inaudita sobre el propio organismo y sus dolencias, sus vicios, sus inconsecuencias y manías. Y siendo cierto que otros antes que él se trataron a ellos mismos como materia confesional y auto-reflexiva (notablemente Séneca en sus cartas y San Agustín en sus escritos biográficos, leídos ambos y citados con profusión por Montaigne), la novedad del llamado señor de Eyquem es que no hay en sus textos la voluntad de educar, dar ejemplo o enderezar una vida de errores. "Yo no enseño, yo relato", algo que ratifica, de manera original, hablando como si hablara no él sino su libro, en la advertencia ‘Al lector’ que lo abre, y en la que, aparte de anunciar que su único fin al escribirlo es doméstico, remacha que "no he tenido consideración alguna ni por tu servicio ni por mi gloria".

     La fiesta de leer a Montaigne es que nunca cansa y nunca deja de alumbrar, tanto al mencionar sus cálculos intestinales, sus flatulencias y sus retortijones ("Gracias a la generosidad de los años, he trabado intimidad con el cólico"), como al fundir la erudición con el sarcasmo, como al exclamar en su epígrafe sobre ‘La semejanza de los hijos con los padres’: "¡Qué desgracia carecer de la facultad de aquel soñador de Cicerón que soñó que abrazaba a una muchacha y se encontró con que había expulsado su piedra entre las sábanas! Mis piedras me quitan todas las ganas de muchachas".

   Humanista y hedonista, aristócrata y monárquico, católico y escéptico, Montaigne se asemeja, en el espejo de sí mismo, a todos nosotros, incluyendo a los que menos se parecen a él. Hay una universalidad que su obra expresa sin excluir a nadie; basta con padecer y tener angustias, sentir deseos y no poder consumarlos, tomarse las cosas a la ligera, incluso las más graves, para pertenecer a la banda de los que Don Francisco de Quevedo, su primer gran admirador en la cultura española, llamaba "los montañistas".

   También fue un extraordinario bricoleur de los saberes antepasados. De un modo que anuncia y sin duda inspira el de Walter Benjamin, Montaigne actúa como trapero de los residuos sublimes o veleidosos dejados desde la antigüedad por muchas voces en varias lenguas. El cuerpo de sus innumerables citas da forma a su alma, y las mil quinientas páginas de los ‘Ensayos’, esa novela del yo, sirve de recuento de cómo la conciencia se fue creando y, a la vez, de programa de una filosofía futura y narrativa en la que no cabe frontera ni disimulo.

profile avatar

Vicente Molina Foix

 Vicente Molina Foix nació en Elche y estudió Filosofía en Madrid. Residió ocho años en Inglaterra, donde se graduó en Historia del Arte por la Universidad de Londres y fue tres años profesor de literatura española en la de Oxford. Autor dramático, crítico y director de cine (su primera película Sagitario se estrenó en 2001, la segunda, El dios de madera, en el verano de 2010), su labor literaria se ha desarrollado principalmente -desde su inclusión en la histórica antología de Castellet Nueve novísimos poetas españoles- en el campo de la novela. Sus principales publicaciones narrativas son: Museo provincial de los horrores, Busto (Premio Barral 1973), La comunión de los atletas, Los padres viudos (Premio Azorín 1983), La Quincena Soviética (Premio Herralde 1988), La misa de Baroja, La mujer sin cabeza, El vampiro de la calle Méjico (Premio Alfonso García Ramos 2002) y El abrecartas (Premio Salambó y Premio Nacional de Literatura [Narrativa], 2007);. en  2009 publica una colección de relatos, Con tal de no morir (Anagrama), El hombre que vendió su propia cama (Anagrama, 2011) y en 2014, junto a Luis Cremades, El invitado amargo (Anagrama), Enemigos de los real (Galaxia Gutenberg, 2016), El joven sin alma. Novela romántica (Anagrama, 2017), Kubrick en casa (Anagrama, 2019). Su más reciente libro es Las hermanas Gourmet (Anagrama 2021) . La Fundación José Manuel Lara ha publicado en 2013 su obra poética completa, que va desde 1967 a 2012, La musa furtiva.  Cabe también destacar muy especialmente sus espléndidas traducciones de las piezas de Shakespeare Hamlet, El rey Lear y El mercader de Venecia; sus dos volúmenes memorialísticos El novio del cine y El cine de las sábanas húmedas, sus reseñas de películas reunidas en El cine estilográfico y su ensayo-antología Tintoretto y los escritores (Círculo de Lectores/Galaxia Gutenberg). Foto: Asís G. Ayerbe

Obras asociadas
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.