Skip to main content
Blogs de autor

Te ordeno que desaparezcas

Por 7 de julio de 2008 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Félix de Azúa

Hemos sido tan inmensamente felices que tardaremos años en agradecer al gobierno catalán su decisiva participación en el Campeonato de Fútbol que nunca existió. Quienes no somos aficionados y más bien tendemos a ver eso del fútbol como un rico ritual religioso, hemos podido pasar por encima del nunca acontecido Campeonato sin sufrir de los nervios.

¡Mira que era fácil! Bastaba con que las autoridades catalanas se pusieran de acuerdo y lo borraran del mapa. Y así fue. El grupo de señoritos que explota la finca decidió que en Cataluña no existía el Campeonato de fútbol, y no existió. Me los imagino, severos y sin embargo hedonistas, cerebrales pero no sin sensualidad, decidiendo que la Copa no cabía en la Patria y llamando a sus bedeles mediáticos con ordenanzas imitadas del último congreso del Partido Comunista de Bulgaria, con ese sabor a gasolina con plomo que tienen las órdenes de los comisarios políticos. Imagino al alcalde de Barcelona, Hereu (nombre profético porque nadie lo ha elegido), célebre por su energía intelectual y honradez económica, prohibiendo las pantallas callejeras desde su despacho. Este candidato al premio Nobel sabe lo que de verdad necesita el necio pueblo catalán y no cedió ni una pantallita. Hombre de mármol, el alcalde socialista.

Las radios y televisiones del poder y los órganos de la barretina nuclear ni mencionaron la existencia de un campeonato de fútbol, de modo que podíamos seguir oyendo noticias sobre Hostalets de Pierola con toda serenidad. Hubo un momento de terror cuando uno del bando de la barretina de cloroformo creyó percibir que quizás había unos catalanes compitiendo por la copa inexistente. Ciertos locutores y periodistas (que ya han sido reeducados) mencionaron a un tal Xavi o Txavi o Chabi, como si hubiera huido al Estado Español para jugar en un campeonato de fútbol. El desconcierto no fue duradero. La férrea muñeca de los comisarios dio otra vuelta de tuerca y Cataluña volvió a ser lo que viene siendo desde hace años: la apacible siesta de una agrupación sardanista de sordos.

Artículo publicado en: El Periódico, 5 de julio de 2008.

profile avatar

Félix de Azúa

Félix de Azúa nació en Barcelona en 1944. Doctor en Filosofía y catedrático de Estética, es colaborador habitual del diario El País. Ha publicado los libros de poemas Cepo para nutria, El velo en el rostro de Agamenón, Edgar en Stephane, Lengua de cal y Farra. Su poesía está reunida, hasta 2007, en Última sangre. Ha publicado las novelas Las lecciones de Jena, Las lecciones suspendidas, Ultima lección, Mansura, Historia de un idiota contada por él mismo, Diario de un hombre humillado (Premio Herralde), Cambio de bandera, Demasiadas preguntas y Momentos decisivos. Su obra ensayística es amplia: La paradoja del primitivo, El aprendizaje de la decepción, Venecia, Baudelaire y el artista de la vida moderna, Diccionario de las artes, Salidas de tono, Lecturas compulsivas, La invención de Caín, Cortocircuitos: imágenes mudas, Esplendor y nada y La pasión domesticada. Los libros recientes son Ovejas negras, Abierto a todas horasAutobiografía sin vida (Mondadori, 2010) y Autobiografía de papel (Mondadori, 2013)Una edición ampliada y corregida de La invención de Caín ha sido publicada por la editorial Debate en 2015; Génesis (Literatura Random House, 2015). Nuevas lecturas compulsivas (Círculo de Tiza, 2017), Volver la mirada, Ensayos sobre arte (Debate, 2019) y El arte del futuro. Ensayos sobre música (Debate, 2022) son sus últimos libros.  Escritor experto en todos los géneros, su obra se caracteriza por un notable sentido del humor y una profunda capacidad de análisis. En junio de 2015, fue elegido miembro de la Real Academia Española para ocupar el sillón "H".

Obras asociadas
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.