Skip to main content
Blogs de autor

Viva el Ray

Por 6 de junio de 2012 Sin comentarios

Eder. Óleo de Irene Gracia

Edmundo Paz Soldán

Soy un fanático de las colecciones de libros semanales en los quioscos. Durante mis años universitarios en Buenos Aires tenía una de literatura latinoamericana, en la que leí El siglo de las luces; una de grandes autores de Seix Barral, que me hizo descubrir los cuentos de Hemingway y las novelas de Camus; y una de tapas azules de ciencia ficción, en la que me topé por primera vez con Fahrenheit 451, de Ray Bradbury. Era una novela corta, una parábola sobre un futuro sin libros en la que, cosa curiosa, no había casi nada de la jerga científica que me había adormecido en muchas novelas de ciencia ficción. La parábola era tan poderosa que no me quedó más que ser obvio y bautizar mi primera columna periodística con el mismo título de la novela. Fahrenheit 451 podía pertenecer a cualquiera de las otras colecciones de literatura seria que compraba en los quioscos; Bradbury confirmó mis sospechas de que un gran libro de género debía funcionar dentro de sus leyes y a la vez trascenderlo.

Bradbury era, injustamente, uno de esos autores que solo se leía en la adolescencia. Así leí en Buenos Aires, además de Fahrenheit 451, las Crónicas marcianas, en un viejo ejemplar de bolsillo encontrado en casa de un tío; después me olvidé de él y pasé a Dick y Ballard y Borges, que configuraron mi idea literaria del futuro. Ninguno de mis amigos aprendices de escritores mencionaba a Bradbury como una lectura importante. Su influencia, sin embargo, era tanta que se había vuelto invisible: no se lo nombraba porque sus descubrimientos se daban por sentados. En Tiempo de Marte, Dick dota a su versión del planeta rojo suburbios muy parecidos a los de la tierra; en eso le debe mucho a las Crónicas de Bradbury, tan desdeñosas de la verosimilitud que escandalizaron a los "verdaderos" practicantes del género (en las Crónicas, los colonizadores de Marte tienen las típicas ansiedades de la clase media norteamericana, y la atmósfera del planeta no es nada realista).

Ha muerto el Ray, leí en Twitter. Viva el Ray, contesté.

(La Tercera, 7 de junio 2012)  

[ADELANTO EN PDF]

profile avatar

Edmundo Paz Soldán

Edmundo Paz Soldán (Cochacamba, Bolivia, 1967) es escritor, profesor de literatura latinoamericana en la Universidad de Cornell y columnista en medios como El País, The New York Times o Time. Se convirtió en uno de los autores más representativos de la generación latinoamericana de los 90 conocida como McOndo gracias al éxito de Días de papel, su primera novela, con la que ganó el premio Erich Guttentag. Es autor de las novelas Río Fugitivo (1998), La materia del deseo (2001), Palacio quemado (2006), Los vivos y los muertos (2009), Norte (2011), Iris (2014) y Los días de la peste (2017); así como de varios libros de cuentos: Las máscaras de la nada (1990), Desapariciones (1994) y Amores imperfectos (1988).Sus obras han sido traducidas a ocho idiomas y ha recibido galardones tan prestigiosos como el Juan Rulfo de cuento (1997) o el Naciones de Novela de Bolivia (2002).

Obras asociadas
Close Menu
El Boomeran(g)
Resumen de privacidad

Esta web utiliza cookies para que podamos ofrecerte la mejor experiencia de usuario posible. La información de las cookies se almacena en tu navegador y realiza funciones tales como reconocerte cuando vuelves a nuestra web o ayudar a nuestro equipo a comprender qué secciones de la web encuentras más interesantes y útiles.