
Eder. Óleo de Irene Gracia
Edmundo Paz Soldán
La literatura se maneja bajo sus propios tiempos, y no tiene una correlación directa con la historia. No hay garantías de que un acontecimiento histórico trascendente produzca grandes obras, y puede ser que hechos que nos parecieron triviales cuando ocurrieron den origen a muchas obras maestras.
Pienso en esto al escuchar al novelista salvadoreño Horacio Castellanos Moya en su visita a Ithaca. Para Horacio, los años ochenta fueron la década perdida de la ficción en Centroamérica. Fue la época del auge del testimonio –Rigoberta Menchú, Omar Cabezas–, una tendencia "literaria" que respondía a la problemática social y política del período, muy apoyada por académicos norteamericanos. En ese entonces se decía incluso que la ficción estaba muerta; en el mundo académico de los Estados Unidos, eso era lo que se esperaba de Centroamérica (y en otros países también: en 1991, mi primer semestre de estudios en Berkeley, una compañera me preguntó de dónde era, y cuando se lo dije, me comentó que lo único que había leído de la literatura boliviana era el testimonio de Domitila Chungara).
Para Horacio, los testimonios son libros importantes desde una perspectiva antropológica e histórica, pues ayudan a comprender la situación del período, pero es necesario cuestionar su valor literario. Por dar un ejemplo: estos libros no son escritos sólo por el informante, tienen ayuda de académicos, de "ghost writers". Una novela de Horacio, Insensatez, cuestiona la validez del género testimonial.
Los 90 pueden ser vistos según Horacio como los años de la revancha de la ficción. Aparece la generación de Horacio, regresan los escritores de la generación anterior (Sergio Ramírez, Manlio Argueta, Marco Antonio Flores). Lo interesante: las novelas publicadas no tienen que ver con la cuestión política de los 80 (esas novelas aparecen en al comienzo de la guerra), sino más bien con las sociedades de la post-guerra. Así, hay ficción de la pre-guerra y de la post-guerra, no de la guerra. "No tenemos un gran novelista de la guerra, a lo Tolstoi, ni un gran cuentista, a lo Babel".
Postada: Hay una muy bueena "galeria de autor" sobre Horacio en el sitio de Tusquets.