Edmundo Paz Soldán
En 1987, cuando vivía en Buenos Aires, fui a ver un concierto de The Cure. El concierto fue pésimo: la gente arrojaba cosas al escenario y Robert Smith se molestó y cortó todo a los noventa minutos. Ha debido ser el único concierto al que asistí en que no hubo encore. La gente gritaba y The Cure no volvió al escenario. Igual, esos días me la pasé escuchando las canciones de The Cure y llegué a la conclusión de que la mejor era Close To Me. Había algo en el ritmo lánguido de esta canción que me atrapaba.
Después, en 1997, cuando llegué a Berkeley, volví a escuchar a The Cure. Para ese entonces, mi canción favorita era Friday I’m in Love. Me parecía una canción pop perfecta, con una energía, un entusiasmo que contagiaban.
Pasa otra década. ¿Cuál es la canción de este grupo que me gusta más? Just like Heaven. Una canción de 1987. Esta vez, se trata de la letra. Curiosamente, yo que vivo perdido en bosques de palabras, no suelo fijarme en las letras de las canciones en inglés a menos que me lo digan. Pero una vez que lo hacen, la letra se convierte en lo más importante. Y esta canción destila tanta ternura que no la asocio con The Cure. Quizás The Cure cambia cuando se lo escucha siguiendo sus letras, y el grupo es más político o más cínico o más dulce o más o menos algo de lo que yo creía. Quizás deba volver a escuchar todas sus canciones, esta vez siguiendo las letras con cuidado. O quizás no: las disfruto igual.