Víctor Gómez Pin
II Inhumar a sus muertos
La discusión entre Jordi Agustí y Eudald Carbonell a la que en la anterior columna me refería se adentra entonces en el peso del orden simbólico, asunto que como vemos no concierne tan sólo a homo sapiens. Es posible que los heidelbergensis (diestros cazadores, y artesanos de la piel de sus presas) inhumaran a sus muertos, pero en cuaquier caso sí lo hacían los neandertales, lo cual implicaría que de ninguna manera constituían seres aun próximos al estado simiesco como en cierta visión tradicional se los presentaba.
Inhumaban a sus muertos, mas ¿en razón de qué lo hacían? ¿Corolario de que se trataba ya de seres dotados de lenguaje ? Todo depende en última instancia de lo que entendemos por lenguaje. En todo caso tenían características anatómico fisiológicas que inclinan a pensarlo, como por ejemplo un oído con frecuencia de recepción de banda ancha análoga a la del nuestro. Carbonell modifica al respecto la tesis de Chomsky, en el sentido de que el lenguaje no es exactamente algo innato a nuestra especie homo sapiens, sino a nuestro género.
Aquí si es en cualquier caso útil precisar que atribuir el lenguaje a otras especies significa que se les está atribuyendo algo más que un código de señales. Pues el lenguaje humano no está exclusivamente al servicio de la subsistencia individual y específica. El lenguaje es una característica emergente no reductible a la yuxtaposición de sus causas y que tiene por así decirlo intereses propios, no siempre subordinados a los de aquel que -en vano-pretendería meramente utilizarlo. Que sea una propiedad emergente característica en exclusiva de sapiens o que lo sea de homo, es relativamente secundario. Si los neandertales eran cabalmente seres de lenguaje estaban desde luego muy próximos a nosotros. Es importante señalar que el grado de homología entre neandertal y sapiens no depende en exclusiva del grado de homología genética. Para un paleontólogo pueden seguir siendo considerados como dos especies, aunque un genetista estuviera más bien tentado a hablar de subespecies. Los neandertales, pese a tener una capacidad craneal mayor, tendrían una memoria operativa (que subyace operando inconscientemente tras la mínima acción que realizamos) menos potente que la nuestra, pero ello no sería óbice para algo fundamental.