Víctor Gómez Pin
Es obvio que la reflexión filosófico- ontológica sobre la naturaleza, lo que en otra época se llamaba Philosophia Naturalis, que me ha ocupado- y seguirá haciéndolo- a menudo en estas páginas no puede realizarse sin soporte en "la ciencia natural de nuestra época", según la expresión de Heisenberg. Pero la dificultad inherente a toda disciplina especializada hace que para el filósofo sea en ocasiones difícil seguir a los físicos en los meandros de sus discusiones técnicas y acabe tirando la toalla. Pues bien: jamás la dificultad técnica puede exhimir al filósofo al menos de un esfuerzo para estar en condiciones de determinar aquello que en las discusiones de los físicos le concierne directamente. Cabe respecto al problema general de la physis decir lo que Hilbert indicaba respecto al infinito cantoriano, a saber, que la elucidación de los problemas que plantea "lejos de concernir tan sólo a los intereses de una disciplina especializada, afecta a la dignidad misma del espíritu humano". A tal dignidad es a lo que ( entre apelaciones a la prudencia y la modestia, imprescindibles en las tareas especializadas) se nos invita en definitiva a renunciar.