Víctor Gómez Pin
Ya he tenido ocasión de señalar que los científicos Los científicos en general, no dejan de ofrecer resistencia, al menos psicológica, a la aceptación de estas perspectivas subversivas. Citaba la frase de John Bell en una entrevista, realizada pocos años antes de su muerte sobre las implicaciones filosóficas de su trabajo el físico John Bell:
« Desearíamos poder tener un punto de vista realista sobre el mundo, hablar del mundo como si realmente estuviera ahí cuando no es observado. Yo ciertamente creo en un mundo que estaba ahí antes de mí, y que seguirá estando ahí después de mí, y creo que usted forma parte de ese mundo. Y creo que la mayoría de los físicos adoptan este punto de vista cuando se los pone contra la pared (when they are being pushed into a corner )"
Decía que había en esta declaración como un aspecto emotivo. John Bell tiene por así decirlo añoranza de una representación del mundo físico que su propia teoría está contribuyendo a hacer inviable; nostalgia en suma que sería regido por esos principios que Einstein consideraba irrenunciables, pese a que él mismo había dado los primeros pasos que llevarían a ponerlos en entredicho.
Al respecto en el artículo del equipo dirigido por Miguel Ferrero, al que varias veces me he referido aquí, se cita esta impresionante declaración de Einstein:
"If one asks what, irrespective of quantum mechanics, is characteristic of the world of ideas of physics, one is first of all struck by the following: the concepts of physics relate to a real outside world, that is, ideas are established relating to things such as bodies, fields, etc., which claim a "real existence" that is independent of the perceiving subject […]".
Los autores citan asimismo la reivindicación por Einstein del principio de individuación, vinculado a la localidad y a la existencia independiente:
"It is further characteristic of these physical objects that they are thoughtless arranged in a space-time continuum. An essential aspect of this arrangement of things in physics is that they may claim, at a certain time, to an existence independent of one another, provided these objects ‘are situated in different parts of space’. Unless one makes this kind of assumption about the independence of the existence of objects which are far apart from one another in space […].physical thinking in the familiar sense would not be possible […]". Einstein’s paragraph finishes stating that: "The following idea characterizes the relative independence of objects far apart in space (A and B): external influence on A has no direct influence on B; this is known as the "principle of locality" […]. If this axiom were to be […] abolished […] the postulation of laws which can be checked empirically in the accepted sense, would become impossible"[1]
[1] The Born-Einstein Letters (1971). (Macmillan, London). pp. 170-171
Ya he tenido ocasión de citar también las palabras de Alain Aspect, el físico que, al completar en el plano experimental el teorema de Bell, contribuyó a que éste tenga el enorme peso ontológico y epistemológico que se le confiere: "estoy convencido de que el físico elige hacer física por que piensa que el mundo es inteligible. Creo que el físico, a priori, cuando imagina su vida de físico se ve como alguien exterior que va a abrir el reloj para ver lo que pasa en el interior. Creo que, más que nadie, el físico tiene esta creencia ingenua, espontánea, de que existe un mundo independiente de él y que su papel es de descubrir la manera como funciona este mundo…el ideal en principio es que el mundo funciona y se halla ahí aunque el observador no se encuentre."