Víctor Gómez Pin
En un jardín umbrío del cementerio marino de Vladivostok se encuentra el monumento a los hombres del crucero Varyag, inmolados en 1905, durante la guerra ruso-japonesa, en el puerto coreano de Chemulpo, al percibir la imposibilidad de ganar en combate contra una escuadra de catorce barcos y decidir no entregarse. Alguna crónica cuenta que los militares japoneses quedaron profundamente conmovidos, lo cual habría contribuido a la decisión, tomada en 1911, de entregar los restos de los hombres del Varyag para que fueran honrados en Vladivostok.
Mas en este "Cementerio Marino" no sólo se evoca a los muertos rusos. En referencia a esta hecatombe de los años 18 y 19, en un ángulo, no lejos de las anteriores lápidas, la escultura de un soldado caído en combate da imagen a un texto escrito en ruso, checo y francés "à la mémoire des tchecoslovaques morts au champ d’honneur".
Asimismo todo un ala se haya destinada a "honrar la memoria de aquellos que en febrero y marzo de 1919 fueron sepultados en algún territorio de Siberia" y que pertenecían a las siguientes fuerzas: Royal Navy, Royal Marine Light Infantry, Royal Field artillery, Royal Engineer, Hampshire Regiment, Middelsex Regiment, Canadian Infantery.