
Vicente Molina Foix
Mavi es uno de los dos nombres que el personaje interpretado por Marisa Paredes tiene en la película. Todo el mundo la llama en el tiempo real de la acción María Luisa, pero ella fue antes Mavi, y en esa época inconcreta sus amigos la conocían así. En homenaje -que cobra después importancia en la trama- a ese su primer nombre, María Luisa le puso a su boutique de ropa femenina ‘Mavi’, y el decorado de la tienda tiene mucha presencia en ‘El dios de madera’.
Pero hoy quiero hablar más que de Mavi del responsable del rótulo y demás elementos plásticos de ‘Mavi’, Miguel Ripoll. Miguel es un amigo veinte años más joven que yo a quien conocí -siendo él estudiante- enfrente de la Casa de Socorro de Alicante, aunque ninguno de los estábamos accidentados. Le he seguido desde entonces la pista, no siendo fácil, pues su trayectoria múltiple (no me atrevo a usar con él el socorrido latiguillo de ‘multicultural’) le ha llevado por diversos trabajos y diversas ciudades, hasta convertirlo, instalado entre Barcelona y Londres, en lo que -de momento- ya es: uno de los más grandes diseñadores de Europa. ¿Sólo de Europa? Me dicen los expertos que África cada vez le reclama más, por no hablar de continentes de mayor lejanía. Miguel Ripoll hizo, como un regalo al director, toda la rotulación y los extraordinarios títulos de crédito animados de mi primera película, ‘Sagitario’, y lo que adjunto en esta entrada de mi diario es sólo una pequeña muestra de sus primeros bocetos.