Skip to main content
Blogs de autor

El edificio que canta sus penas

Por 13 de noviembre de 2015 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Roberto Herrscher

Cuando cae un aguacero en ciudad alemana de Dresde, este edificio se pone a cantar. En su fachada, de melancólicos azules y grises, la escultora Annette Paul y los diseñadores Christoph Rossner y André Tempel instalaron un complejo mecanismo de tubos de metal, escaleritas de madera, caños con agujeros y rejillas sonoras.

 

Los tres artistas viven en el edificio, y crearon la instalación en primer lugar para su propio solaz. A Annette Paul le recuerda un edificio donde ella vivía, en San Petersburgo, en el que se sentía rodeada de un “teatro de la lluvia”.

 

“Estas paredes cantantes obligan a los turistas a enfrentar las tormentas para escuchar la música que se compone cada vez que el cielo se pone gris”, escribe Sara Malm en el diario británico The Mail on Sunday. Los vecinos llaman al sitio “la plazoleta de los elementos”.

En la web de arquitectura Inhabitat, Taflin Laylin considera que “este matrimonio juguetón de arte y arquitectura transformó este pintoresco rincón de la ciudad en un sitio de peregrinaje”.

 

A mí me parece que el edificio cantarín de Dresde es un perfecto antídoto contra la tristeza. A lo largo de la historia de la humanidad, nuestra especie ha aprendido a transformar el dolor en música. Cantar las penas es una forma valiente de enfrentar el propio dolor, pero también una manera, entre lógica y mágica, de empezar a sentirse mejor.

 

Cantadas, las penas duelen menos.

 

Debe ser por esto que hay muchas más canciones tristes que alegres, en todas las tradiciones y sociedades. La belleza del canto y de la interpretación de instrumentos suele tener un doble efecto: nos pone en un contacto más puro y directo con nuestros sentimientos y al mismo tiempo nos lleva a un mundo ideal, alejado de las angustias cotidianas.

 

A esto se refería tal vez el gran director y pianista Daniel Barenboim en el prólogo de sus memorias, “Mi vida en la música”: “La música puede ser la mejor escuela para la vida y, al mismo tiempo, el medio más eficaz para huir de ella”.

 

¿Podríamos vivir en un edificio que transforma las lágrimas del cielo en dulces armonías? Si me preguntan a mí, es a este edificio alemán donde me gustaría mudarme esta tarde.  

profile avatar

Roberto Herrscher

Roberto Herrscher es periodista, escritor, profesor de periodismo. Académico de planta de la Universidad Alberto Hurtado de Chile donde dirige el Diplomado de Escritura Narrativa de No Ficción. Es el director de la colección Periodismo Activo de la Editorial Universidad de Barcelona, en la que se publica Viajar sola, director del Premio Periodismo de Excelencia y editor de El Mejor Periodismo Chileno en la Universidad Alberto Hurtado y maestro de la Fundación Gabo. Herrscher es licenciado en Sociología por la Universidad de Buenos Aires y Máster en Periodismo por Columbia University, Nueva York. Es autor de Los viajes del Penélope (Tusquets, 2007), publicado en inglés por Ed. Südpol en 2010 con el nombre de The Voyages of the Penelope; Periodismo narrativo, publicado en Argentina, España, Chile, Colombia y Costa Rica; y de El arte de escuchar (Editorial de la Universidad de Barcelona, 2015). En septiembre de 2021 publicó Crónicas bananeras (Tusquets) y su primer libro colectivo, Contar desde las cosas (Ed. Carena, España). Sus reportajes, crónicas, perfiles y ensayos han sido publicados The New York Times, The Harvard Review of Latin America, La Vanguardia, Clarín, El Periódico de Catalunya, Ajo Blanco, El Ciervo, Lateral, Gatopardo, Travesías, Etiqueta Negra, Página 12, Perfil, y Puentes, entre otros medios.  

Obras asociadas
Close Menu