Ficha técnica
Título: Wanted Lovers. Las cartas de amor de Bonnie & Clyde | Autores: Bonnie Parker y Clyde Barrow | Edición y prólogo : Ana S. Pareja | Traductor: Albert Fuentes | Editorial: Alpha Decay | Colección: Héroes Modernos | ISBN: 978-84-92837-02-1 | Formato: rústica 20,5 x 12,5 cm | Páginas: 96 | PVP.: 14 € | Publicación: 1 de febrero de 2010 | 1ª Edición
Wanted Lovers. Las cartas de amor de Bonnie & Clyde
Bonnie Elizabeth Parker y Clyde Chestnut Barrow
Bonnie Parker y Clyde Barrow son quizá la pareja de criminales más célebre y romántica de la historia de los Estados Unidos. En esta edición, presentamos por primera vez al lector en lengua castellana su correspondencia íntima, una serie de cartas cargadas de emoción, ternura y mucha socarronería y humor que nuestros dos intrépidos forajidos redactaron durante la primera estancia de Clyde en la cárcel. El volumen viene acompañado de tres poemas de Bonnie, mucho material gráfico desconocido y un prólogo.
«Mataron, secuestraron, robaron y burlaron a la policía durante más de dos años en una huida hacia delante cargada de excitación, sangre y riesgo. […] No fueron la única relación sentimental entre los criminales de la época, y ni siquiera destacaron por la dimensión de sus acciones, pues sus botines eran discretos.» Ana S. Pareja
«Hace un año, con motivo de los 75 años de su muerte, el FBI desclasificó casi mil páginas que detallan la caza y captura de aquellos pobres diablos que hoy representan la rebeldía y la miseria de un tiempo que también estuvo enamorado.» Elsa Fernandez-Santos, El País, 17 de enero de 2010
«El lector de estas cartas no puede evitar preguntarse si existió alguna vez la posibilidad de redención.» Xavi Ayén, La Vanguardia, 17 de enero de 2010
PRÓLOGO
El periplo criminal de Bonnie y Clyde es farragoso y complejo y se alarga más de dos años en el tiempo, desde principios de 1932 hasta mayo de 1934, cuando murieron abatidos a tiros por seis policías en una emboscada. Ellos fueron los dos exponentes clave de una banda heterogénea que fue sumando y perdiendo miembros (Buck y Blanche Barrow, Frank Clause, W.D. Jones, Henry Methvin, entre otros) a lo largo de todos aquellos meses de atracos, secuestros y disparos a sangre fría. La historia empezó a complicarse de veras durante septiembre de 1932. Hasta entonces, los delitos que se les achacaban (incluidos los dos asesinatos que Clyde ya había cometido) no estaban considerados como crímenes federales. La pareja actuaba siempre en los límites entre estados, en zonas fronterizas que traspasaban en los Ford V-8 que robaban habitualmente. De ese modo, los delitos cometidos en estados que ya habían abandonado no eran imputables en los nuevos estados donde cometían nuevas fechorías. La U.S. Government Agency, lo que más tarde se convertiría en el FBI, les acusó por primera vez de un delito federal el 20 de mayo de 1933: haber transportado un coche robado de Illinois a Oklahoma. Desde ese momento, sus cabezas tuvieron un precio.
Bonnie y Clyde no fueron los bandidos más jóvenes ni la única pareja de enamorados que operaron en Estados Unidos durante la época de la Gran Depresión. Los más precoces fueron Francis «Two Gun» Crowley, que tenía dieciséis años en el momento de sentarse en la silla eléctrica, y su novia, de la misma edad. También John Paul y Vivian Chase -miembros de la banda de Dillinger- estaban casados cuando llevaron a cabo la mayor parte de sus fechorías. Y también lo estaban Bennie y Stella Dickson, que robaron más en un solo golpe (50.000 dólares) que lo que Bonnie y Clyde recaudaron a lo largo de toda su carrera delictiva. Stella «Sure Shot» Dickson se ganó su apodo agujereando los neumáticos de un coche de policía durante una persecución. Entró en prisión como asaltante de bancos a los dieciséis años y salió a los veintiséis. Tampoco fueron, ni mucho menos, los ladrones más esmerados ni los delincuentes más experimentados. Por todos estos motivos, es necesario achacar las razones de su fama y de la expectación y admiración que despertaron durante los dos años que duró su escapada a factores distintos a los de su juventud o habilidad.