Ficha técnica
Título: Todo lo bueno es libre y salvaje | Autor: Henry David Thoreau | Traducción: Silvia Moreno, Laura Naranjo, Carmen Torres, Marcos Nava, Miguel Ros y Antonio García | Editorial: Errata Naturae | Formato: 14 × 21,5 | Páginas: 224 | Fecha: mayo/2017 | ISBN: 978-84-16544-41-7 | Precio: 19 euros
Todo lo bueno es libre y salvaje
Henry David Thoreau
Pocos escritores o pensadores han tenido la puntería y el pulso de Henry David Thoreau. Pero a Thoreau no le gustaba la caza, así que usaremos otra metáfora: digamos mejor que pocos escritores o pensadores han sabido extraer la miel del mundo a partir de una sola flor, pocos han estado tan dotados para ese aforismo, esa frase o ese breve fragmento tras cuya lectura sentimos que algo destella, que algo en nuestra vida puede cambiar, que se despliega un conjunto inédito de posibilidades existenciales.
Los libros de Thoreau, sus ensayos, sus diarios, sus poemas, sus cartas y sus manuscritos inéditos son una fuente inagotable del pensamiento más luminoso e inmediato, aquel que nos golpea en la cara como una ráfaga inesperada de aire fresco y vivificador.
Desde esta premisa, Errata Naturae ha recorrido toda su obra y ha recogido en este volumen una amplia antología de los mejores pensamientos de Thoreau: aquí se trata sobre la belleza y el azar, la aurora y el crepúsculo, la amistad y la imaginación, la moda y la dieta, la libertad y la insumisión, la música y el silencio, los indios y la sabiduría, la simplicidad y el dinero, los viajes y la soledad, los árboles y los pájaros, el trabajo y el amor, la muerte y lo que nos salva, lo salvaje en la naturaleza y en nosotros mismos, los libros y el inextinguible deseo de leer, lo sagrado en el cielo y en la tierra, la felicidad de las marmotas y de los humanos, los paseos por el bosque y también por la ciudad, la estaciones y el ciclo interminable de la vida… Un verdadero regalo para todos aquellos que, tal como dijo Thoreau, saben que todo lo bueno es libre y salvaje.
1
Thoreau según Thoreau
Yo no soy tú y tú no eres yo.
Diarios, 10 de octubre de 1851
Mi profesión consiste en estar siempre alerta para encontrar lo divino en la naturaleza; conocer los lugares por los que acostumbra a merodear. Asistir como espectador a todos los oratorios, a todas las óperas salvajes.
Diarios, 7 de septiembre de 1851
Al irme a la laguna de Walden, mi intención no era vivir allí de forma barata, tampoco con lujos, sino sacar adelante algunos negocios minimizando las dificultades; verme impedido para llevarlos a cabo por falta de un poco de sentido común, espíritu emprendedor y talento comercial no parecía tan triste como estúpido.
Walden
Mi mayor habilidad ha sido la de no aspirar más que a poco. Diarios, 19 de julio de 1851 No puedo deciros lo que soy, más allá de un rayo de sol. Lo que soy, lo soy, y no lo digo. Ser es la mejor forma de explicarse.
Diarios, 26 de febrero de 1841
He de confesar que no hay nada que me resulte más ajeno que mi propio cuerpo. Siento más afecto por casi cualquier fragmento de la naturaleza.
Diarios, 21 de febrero de 1842