Ficha técnica
Título: Temperamentos | Autor: G.k Chesterton | Traducción: Juan Antonio Montiel y Natalia Barbarovic| Editorial: JUS | Páginas: 208 | Tamaño: 14 x 21 cm | Encuadernación: Tapa blanda | Fecha: julio 2017 | ISBN 978-60-79409-81-4 | Precio: 16 euros
Temperamentos
Gilbert Keith Chesterton
Las dos grandes obsesiones de Chesterton, el arte y la religión, se reúnen en esta colección de ensayos que nacieron como reseñas literarias y acabaron convirtiéndose en un recorrido por lo bueno y lo superior. Así, los personajes glosados por Chesterton en este volumen, se dividen en dos categorías, los «temperamentos artísticos» (Blake, Lord Byron, Charlotte Brontë, William Morris, Robert Louis Stevenson) y los «temperamentos religiosos» (Francisco de Asís, Savonarola y Lev Tolstói). Cada uno de estos retratos nos permite descubrir a un Chesterton capaz de aunar, de un modo magistral, biografía y ensayo.
WILLIAM BLAKE
William Blake habría sido el primero en entender que toda biografía debería empezar con las palabras: «En el principio creó Dios el cielo y la tierra». Si nos propusiéramos contar la vida del señor Jones de Kentish Town, por ejemplo, habría que tener en cuenta muchísimos siglos. Para empezar, tendríamos que comprender que el apellido Jones, siendo tan común, no es por ello un apellido vulgar, sino todo lo contrario: su difusión da cuenta de la popularidad del culto a San Juan el Divino. Sin duda, el adjetivo Kentish es un misterio, dadas sus implicaciones geográficas, aunque de ningún modo es tan misterioso como la terrible e impenetrable palabra town [ciudad], cuyo significado sólo estará a nuestro alcance cuando hayamos hurgado en las raíces de la humanidad prehistórica y presenciado las últimas revoluciones de la sociedad moderna. Así pues, cada término nos llega coloreado por su deriva histórica, cada etapa de la cual ha producido en él por lo menos una leve alteración. El único modo correcto de contar una historia sería comenzar por el principio… del mundo; de modo que, en pos de la brevedad, la totalidad de los libros comienza del modo incorrecto. No obstante, si Blake escribiera su propia biografía, no empezaría hablando de su nacimiento o de sus orígenes nobles o plebeyos. Ciertamente, William Blake nació en 1757 en el mercado de Carnaby… pero la biografía de Blake escrita por él mismo no habría comenzado así, sino con una larga disquisición en torno al gigante Albión, los muchos desacuerdos entre el espíritu y el espectro de aquel caballero, las doradas columnas que cubrían la tierra en sus orígenes y los leones que caminaban ante Dios en su dorada inocencia. Habría estado llena de simbólicas bestias salvajes y mujeres desnudas, de nubes monstruosas y templos colosales; y todo habría sido decididamente incomprensible, pero en ningún caso irrelevante. Los mayores acontecimientos de la biografía de Blake habrían tenido lugar antes de su nacimiento.