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Ficha técnica

Título: Suave caricia | Autor: William Boyd | Traductor:  Damià Alou | Editorial: Alfaguara | Colección: Literaturas | Medidas: 152 X 240 mm | Formato: tapa blanda con solapa | Páginas: 552 | ISBN: 9788420412160 | Precio : 20,90 euros | Ebook: 9,99 euros

Suave caricia

William Boyd

ALFAGUARA

La mejor novela de William Boyd: un proyecto literario de gran  ambición y originalidad. Un prodigio de historia, ficción y fotografía que retrata el siglo XX a través de una mujer apasionante.

Nacida en la Inglaterra de principios del siglo XX, Amory Clay crece con la permanente ausencia de su padre, quien lucha en la Primera Guerra Mundial. Su tío Greville, un apasionado fotógrafo, le proporciona el vínculo emocional que necesita y le regala su primera cámara, sin saber que ese inocente presente determinará su futuro. Tras su abrupta salida del internado Amory se dirige a Londres, donde se convertirá en la aprendiza de Greville y trabajará fotografiando a la alta sociedad para la revista Beau Monde.

En busca de nuevas emociones se desplaza al loco Berlín de los años veinte, al apasionante Nueva York de los treinta, vive de primera mano las protestas de los camisas negras de Londres y la Segunda Guerra Mundial en París, convirtiéndose en una de las primeras fotógrafas bélicas. Su deseo de vivir al límite la lleva a nuevas contiendas, a los brazos de distintos amantes y a la maternidad. Hasta el final de sus días, Amory luchará por conseguir sus sueños y por combatir sus demonios.

William Boyd regresa con la mejor novela de su carrera. La apasionante historia del siglo XX contada a través de la cámara de una mujer inolvidable: Amory Clay. En un proyecto literario sin precedentes, Boyd ha recopilado durante años fotografías anónimas, que ahora conforman el poderoso retrato y legado artístico de una mujer que, de tan fascinante, se ha vuelto real.

La crítica ha dicho…
 

«La mejor novela de Boyd desde Sin respiro. En el retrato íntimo de Amory es donde brilla especialmente. No es un mal epitafio, sino más bien un tributo al talento de Boyd, afirmar que extrañamos a Amory como a una amiga cuando nosotros, y ella, llegamos al final del libro.» Mary Hoffman, The Independent

«Suave caricia es el logro más asombroso de William Boyd hasta ahora.» Planet Arts Melbourne

«William Boyd tiene un gran don como narrador, sabe evocar como nadie tiempos pasados y lugares recónditos. La prosa de Boyd da tanto placer como el primer sorbo de una cerveza bien fría consumida en una terraza tropical después de un largo y difícil día.» Mail Online

« Boyd busca, de la forma más directa y clara posible, conectar con ese tipo de lector que añora ciertos tiempos en que los narradores se dedicaban a contar y visualizar, a divertir y entretener.» Enrique Vila-Matas, El País

Prólogo

¿Qué me atrajo, me pregunto, hasta el borde del jardín? Recuerdo la luz de verano: los árboles, los arbustos, la hierba verde y luminosa, impregnada del suave y amable sol de la caída de la tarde. ¿Fue la luz? Pero también se oyeron risas, procedentes de un grupo de gente congregada junto al estanque. Alguien debía de estar haciendo el tonto y todo el mundo se reía. La luz y las risas, por tanto.

Yo estaba en la casa, en mi dormitorio, aburrida, con la ventana completamente abierta para escuchar el parloteo de los invitados. De repente, el arpegio de las risas de alegría me impulsó a saltar de la cama y dirigirme a la ventana para ver a todas aquella damas y caballeros, el entoldado y las mesas con caballete sobre las que se disponían los canapés y los cuencos con el ponche. Sentía curiosidad: ¿por qué todos se dirigían hacia el estanque? ¿Cuál era el origen de todo ese júbilo? Así que bajé a toda prisa para unirme a ellos.

Y entonces, cuando había recorrido la mitad del césped, di media vuelta y regresé corriendo a casa para coger la cámara. ¿Por qué lo hice? Creo que ahora, después de todos estos años, tengo una ligera idea. Quería capturar aquel momento, esa amable reunión en el jardín durante una cálida tarde de verano en Inglaterra; capturarla y encerrarla para siempre. De algún modo, sabía que tenía la capacidad de detener el implacable avance el tiempo y conservar aquella escena, aquella fracción de segundo en la que todas aquellas damas y caballeros, ataviados con sus mejores galas, se reían, indiferentes y despreocupados. Los captaría en un instante, para siempre, gracias a las propiedades de mi maravillosa máquina. Tenía en mis manos el poder de detener el tiempo, o eso me imaginaba.

[ADELANTO DEL LIBRO EN PDF]

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William Boyd

Nació en la ciudad de Accra, Ghana, en marzo de 1952 en una familia de origen escocés. Estudió en Niza y en Glasgow, y se doctoró en Oxford en Literatura inglesa. Es doctor honoris causa de las universidades de St. Andrews, Stirling y Glasgow, y miembro de la Real Sociedad de Literatura británica y Oficial de la Orden de las Artes y las Letras francesa. Desde la publicación de su primera novela, Un buen hombre en África (1981), ha sido galardonado con múltiples premios como el Whitbread, Somerset Maugham, el James Tait Black Memorial, el Los Angeles Times, el Jean Monnet y fue elegido por Granta como uno de los Mejores Novelistas Jóvenes Británicos en 1983. Ha publicado más de una docena de libros, entre ellos las novelas Barras y estrellas, Las nuevas confesiones, La playa de Brazzaville, La tarde azul, Armadillo, Las aventuras de un hombre cualquiera y Sin respiro; varios guiones cinematográficos, entre los que se cuentan el de Chaplin (película nominada al Oscar en 1993); adaptó al cine la novela de Vargas Llosa La tía Julia y el escribidor y ha sido el director de La trinchera. Es también un reconocido vinicultor.

Obras asociadas
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