Skip to main content

Ficha técnica

Título: La educación de un ladrón | Autor: Edward Bunker | Prólogo: Kiko Amat  | Traductor: Montserrat Gurguí y Hernán Sabaté |  Editorial: Sajalín | Colección: al margen, 27  | Páginas: 584  | ISBN: 978-84-943782-0-1 | Precio: 25,00 euros 

La educación de un ladrón

Edward Bunker

SAJALÍN

La rebeldía del joven Edward Bunker, criado en hogares de acogida, escuelas militares y reformatorios de los que continuamente escapaba por su visceral rechazo a una autoridad a menudo arbitraria, lo convirtió con dieciséis años en el preso más joven de la tristemente célebre prisión de San Quintín. Ni un coeficiente intelectual muy por encima de la media, ni la ayuda de Louise Wallis, esposa del magnate de Hollywood Hal Wallis, lograron encauzar a un joven impulsivo fascinado por los bajos fondos y la noche de Los Ángeles. Solo su pasión por la lectura -durante los dieciocho años que pasó entre rejas leyó sin descanso-, y su perseverancia en la escritura, acabaron apartándolo de una vida destinada al crimen. Tras la publicación de su primera novela (la séptima que había escrito, No hay bestia tan feroz) en 1973, Eddie Bunker -el señor Azul de Reservoir Dogs– no volvería a pisar el duro cemento de una cárcel y se convertiría en un escritor de culto en medio mundo, admirado por James Ellroy, William Styron, Quentin Tarantino o Steve Buscemi. La educación de un ladrón es el apasionante y sincero relato de una vida fuera de lo común, y de la ley, con un final que el recluso A20284 nunca habría imaginado.

La salvaje autobiografía de un criminal y escritor de culto

Premio Gold Dagger al mejor libro de no ficción criminal del año 2000

«Las descarnadas memorias de un hombre implacable.» The New York Times

Capítulo 1

NI INFIERNO NI PARAÍSO

    
     En marzo de 1933, el sur de California se estremeció de repente por un ruido que surgía de lo más profundo de la tierra. Los adornos de las repisas de las chimeneas saltaron y se desplomaron al suelo, hechos añicos. Las ventanas se resquebrajaron y los cristales cayeron a la calle en cascada. Las casas de madera y yeso chirriaron y se doblaron a un lado y a otro como si fueran cajas de cerillas. Los edificios de ladrillos se tuvieron en pie hasta que fueron abatidos por las vibraciones, y luego se desmoronaron entre una nube de polvo hasta convertirse en un montón de cascotes. El Civic Auditorium de Long Beach se derrumbó y hubo muchos muertos. Más adelante, supe que yo había sido concebido en el preciso momento del terremoto y que había nacido durante la Nochevieja de 1933, en el hospital Cedros del Líbano de Hollywood. En Los Ángeles caía una lluvia torrencial y el agua arrastraba por los cañones hojas de palmeras y casas.

     Cuando tenía quince años, oí a mi madre decir que el terremoto y la tormenta habían sido un presagio, porque fui un niño problemático desde el principio, empezando por los cólicos. A los dos años, desaparecí de un picnic familiar en el parque Griffith. Doscientos hombres peinaron la zona hasta pasada la medianoche. A los tres, logré demoler el incinerador de basuras del patio del vecino con un martillo. A los cuatro, saqueé el camión de helados de otro vecino e invité a sorbetes a varios perros de la zona. Una semana después, quise ayudar a limpiar el jardín y quemé un montón de hojas de eucalipto que estaban apiladas junto al garaje del vecino. La noche no tardó en verse iluminada por las llamas y se oyó el ulular de las sirenas de los bomberos. Solo se chamuscó una de las paredes del garaje.

     Recuerdo la juerga de los helados y el incendio, pero las otras cosas me las contaron. Mi primer recuerdo claro es una pelea a gritos de mis padres, hasta que llegó la policía a «poner paz». Cuando mi padre se marchó de casa, lo seguí hasta la calle. Yo lloraba y quería irme con él, pero me apartó de un empujón, se subió al coche y se largó con un chirrido de neumáticos.

[ADELANTO DEL LIBRO EN PDF]

profile avatar

Edward Bunker

Edward Bunker (Los Ángeles, 1933-Burbank, 2005) fue escritor, guionista y actor ocasional. Criado en hogares de acogida y reformatorios desde que sus padres se divorciaran cuando tenía cuatro años, pasó gran parte de su vida entrando y saliendo de prisión, donde se convirtió en un lector voraz y en el cronista ideal de los bajos fondos y de la mala vida de Los Ángeles. Acumuló condenas por atraco a mano armada, tráfico de drogas y extorsión, llegando a figurar en la lista de los diez fugitivos más buscados del F.B.I. Interpretó a Mr. Blue en  la mítica película Reservoir Dogs (1992) de Quentin Tarantino, asesoró a Michael Mann en Heat (1995) y obtuvo una candidatura a los Oscar por su guión de El tren del infierno (1985) de Andréi Konchalovski. Es autor de cinco novelas, de entre las que destaca No hay bestia tan feroz (Sajalín editores, 2009),  y de un libro de memorias. Edward Bunker es un autor de culto en Estados Unidos, Inglaterra, Francia, Italia y España.

Obras asociadas
Close Menu