Skip to main content

Ficha técnica

Título: (más) simple. El futuro del Gobierno | Autor: Cass Traducción: Guillermo Frutos y Javier Frutos | Editorial: Marcial Pons, Ediciones Jurídicas y Sociales | Colección: Administración pública y Derecho | Encuadernación: Rústica | Medidas: 24 cm | Páginas: 231 | ISBN: 9788416212422  | Precio: 36,10 euros

(más) simple. El futuro del Gobierno

Cass R. Sunstein

MARCIAL PONS

Desde la posición privilegiada de un académico que durante la primera legislatura de Obama dirigió la Oficina de la Casa Blanca encargada de supervisar la regulación federal, Cass R. Sunstein plantea una nueva forma de analizar la labor de la Administración y el diseño de las políticas públicas.

Apoyándose en los avances de la Economía conductual, (más) Simple. El futuro del Gobierno se aparta del debate clásico entre paternalismo del Estado y libertad de los ciudadanos para sugerir un nuevo papel del Gobierno. No se trata de que el Estado decida por los individuos, sino de ofrecerles las herramientas necesarias para que sean ellos quienes tomen las mejores decisiones.

En ese sentido resulta imprescindible cambiar la forma de regular; este libro propone sustituir los dogmas ideológicos por el estudio de los datos empíricos y el análisis de costes y beneficios como fundamento de una nueva regulación analítica. Una herramienta fundamental para ello son los nudges, mecanismos con los que la Administración orienta a los ciudadanos en una cierta dirección sin negarles la libertad de elección.

Esta nueva regulación desborda los esquemas tradicionales de prohibición o sanción y trata de construir una arquitectura de la decisión que nos permita elegir mejor en ámbitos tan diversos como la alimentación, la inversión de nuestro dinero o el ahorro de combustible.
 

INTRODUCCIÓN

LA CABINA DE MANDO DEL ESTADO REGULADOR

Este libro habla de simplificar las cosas. En concreto de cómo los gobiernos podrían ser mucho mejores y desempeñar mucho mejor su labor si facilitaran la vida a la gente y se despojaran de una complejidad innecesaria. Pensemos por un momento en los ordenadores y tabletas de última generación. Tienen todo tipo de mecanismos complicados, mecanismos tan complejos que hace apenas una década habrían resultado prácticamente inimaginables, pero que a los usuarios nos resultan sencillos e intuitivos. No necesitamos un manual de instrucciones para manejarlos, es suficiente con los conocimientos que ya tenemos. A esto precisamente tendría que parecerse el gobierno.

No quiero decir con esto que esté a favor de que haya menos Estado, aunque sí creo que en algunos ámbitos cuanto menos Estado mejor, y que, por tanto, habría que reducir su tamaño. En todo caso ésta no es la cuestión. Para tener un gobierno sencillo lo primero es que haya gobierno. La noción «fácil de usar» no es exactamente fácil de comprender para el usuario, pero la sencillez es accesible, mientras que la complejidad no lo es. Un cierto grado de complejidad es aceptable, pero, en el futuro, los gobiernos -con independencia de su tamaño- deben ser más sencillos. Para entender cómo he llegado a esta conclusión es necesario echar la vista atrás. Sólo de ese modo puede apreciarse el progreso realizado y augurar qué deparará el futuro.

En 2008 tuve mi primera cita (o más bien puede que fuera una entrevista previa a la cita) con Samantha Power, que hoy es mi mujer. Poniéndome un poco a prueba (porque a lo mejor en realidad sí era una cita) me preguntó: «Si pudieras elegir cualquier trabajo en el mundo, aparte de profesor de Derecho, ¿a qué te dedicarías?». Más tarde supe que esperaba oír que me habría gustado tocar en la E Street Band con Bruce Springsteen o que habría querido jugar de titular en los Boston Red Sox. En lugar de eso, con aire soñador y distraído y, según parece, con cara de «qué podría ser mejor que lo que te voy a decir», dije: «Ohhh, OIRA».

Su respuesta fue: «¿Qué demonios es OIRA?» (puede que utilizara una palabra un poco más fuerte que «demonios»). Milagrosamente conseguí una segunda cita.

OIRA (en inglés se pronuncia ou-ai-ra) es, en la jerga de Washington, una oficina pequeña pero de gran impacto: la Oficina de la Casa Blanca de Información y Regulación, creada en 1980 en virtud de la ley para la reducción de trámites burocráticos * (sí, existe tal cosa). Según esta ley, ninguna agencia federal puede recabar información de la población americana ni exigir que se rellene un formulario sin la autorización de la OIRA. En 1981, el presidente Ronald Reagan le asignó a la OIRA una función aún más importante: supervisar la regulación federal. Además, en una disposición tan controvertida como importante, Reagan estableció por orden ejecutiva ** que «la actividad reguladora no deberá acometerse a menos que los hipotéticos beneficios para la sociedad superen a los costes que potencialmente ésta deba asumir», y encomendó a la OIRA garantizar el cumplimiento de este mandato.

Ese mismo año yo era un joven abogado que trabajaba en el Departamento de Justicia. Por un golpe de suerte acabé muy vinculado al trabajo jurídico que determinó la que ha acabado siendo la competencia más importante de la OIRA. Incluso participé en la redacción de la importantísima disposición sobre costes y beneficios. Durante casi treinta años dirigir la OIRA había sido el trabajo de mis sueños.

[ADELANTO DEL LIBRO EN PDF]

profile avatar

Cass R. Sunstein

(Massachusetts, Estados Unidos, 1954). Estudió en la Facultad de Derecho de la Universidad de Harvard. Trabajó en el Departamento de Justicia de los Estados Unidos y ha sido consultor sobre reformas de la legislación y en la redacción de constituciones de muchas naciones (Ucrania, Polonia, China, Sudáfrica y Rusia, entre otras). Brindó testimonio ante el Congreso de los Estados Unidos sobre numerosos temas, que a menudo han involucrado la protección ambiental y la regulación del riesgo. Es profesor de jurisprudencia en la Facultad de Derecho y en el Departamento de Ciencia Política de la Universidad de Chicago. Cass R. Sunstein es miembro de la American Academy of Arts and Sciences y ha obtenido numerosos premios por su trabajo. Es autor de más de diez libros.

Obras asociadas
Close Menu