Ficha técnica
Título: La dalia negra | Autor: James Ellroy | Traducción: Alberto Solé | Editorial: Literatura Random House | Formato: Tapa blanda | Páginas: 456 | Medidas: 140 X 214 mm | ISBN: 9788439729297 | Fecha: nov/2016 | Precio: 12,90 | Ebook: 6.99 euros
La dalia negra
James Ellroy
15 de enero de 1947. Los Ángeles, un solar desocupado. El cadáver de una mujer de veinticinco años, desnudo y seccionado en dos partes. El médico forense determina que ha sido torturada durante días mientras ella seguía consciente. Un periodista bautiza a la víctima como «la Dalia Negra».
Los policías Bucky Bleichert y Lee Blanchard, dos ex boxeadores conocidos como Hielo y Fuego, son puestos al frente del caso. Al sumergirse en los bajos fondos de Los Ángeles para averiguar quién era la Dalia se verán atrapados en un circo mediático y en una investigación policial plagada de pistas falsas, intereses políticos y dificultades; un caso irresoluble que acabará por obsesionarles.
Basada en un suceso real e inspirada en el asesinato de su propia madre, La Dalia Negra es la primera novela del «Cuarteto de Los Ángeles», ciclo novelístico que figura entre los grandes clásicos del género negro y policial del siglo veinte. Un viaje por la cara oculta de los oropeles de Hollywood a través de los estercoleros morales de una sociedad obsesionada con el éxito y que solamente brilla en la superficie.
Críticas:
«Si me preguntan quién es el mejor novelista vivo cuya literatura es feroz, valiente, divertida, escatológica, hermosa, enrevesada y paranoica… la respuesta es fácil: James Ellroy.» Stephen King
«Es imposible que estos libros te dejen impasible. Puedes odiarlos, sí. Su lectura no nace del placer, es el reflejo de una obsesión. Sexo, mujeres, crimen, política, poder, corrupción. Las mismas obsesiones que dominarán al lector que se deje morder por sus páginas.» Rodrigo Fresán
«Uno de los mejores escritores norteamericanos de nuestro tiempo.» Los Angeles Book Review
«En el Los Ángeles de Ellroy es imposible diferenciar a los buenos de los malos, porque simplemente no hay buenos.» Kirkus Reviews
Fragmento
No la conocí en vida. Existe para mí a través de los otros, mediante la evidencia de lo que su muerte les obligó a hacer. Trabajando en retrospectiva, buscando solo hechos, la reconstruí bajo la forma de una muchachita triste y una puta, en el mejor de los casos como alguien que-pudo-ser… una etiqueta que también podría aplicárseme a mí. Ojalá hubiese podido concederle un final anónimo, relegarla a unas pocas palabras lacónicas en el informe de un policía de Homicidios, la copia en papel carbón que se manda a la oficina del forense, junto con el papeleo necesario para llevarla al cementerio. Lo único que había de malo en mi idea es que ella no hubiera querido que las cosas ocurrieran de ese modo. Por brutales que fueran los hechos, ella hubiese querido que llegaran a ser conocidos. Y puesto que le debo mucho, y soy el único que conoce toda la historia, he empezado a escribir esto.
Pero antes de la Dalia estuvo la relación de compañeros, y antes de eso, la guerra, los reglamentos militares y las maniobras en la División Central, que nos recordaban que también los polis éramos soldados, aunque fuésemos mucho menos populares que quienes estaban combatiendo contra los alemanes y los japoneses. Después del trabajo de cada día, los agentes tenían que participar en simulacros de ataque aéreo, de apagón y de evacuación de incendios, lo cual nos obligaba a ponernos firmes en la calle Los Ángeles, esperando que el ataque de un Messerschmitt nos hiciera sentir un poco menos estúpidos. La llamada para los servicios del día seguía siempre un orden alfabético, y poco después de haberme graduado en la academia, en agosto de 1942, fue allí donde conocí a Lee.