
Ficha técnica
Título: El novelista ingenuo y el sentimental| Autor: Orhan Pamuk| Traducción: Roberto Falcó Miramontes | Editorial: Mondadori | Género: Novela| ISBN: 9788439724193| Páginas: 160 | Encuadernación: Tapa dura | PVP: 20,90 € | Publicación: 13 de Octubre de 2011
El novelista ingenuo y el sentimental
Orhan Pamuk
En 2009, Orhan Pamuk estuvo a cargo del seminario Charles Eliot Norton en la Universidad de Harvard, una serie de conferencias públicas que dio comienzo en 1925 para estimular la comprensión de la poesía «en el sentido más amplio». Este libro reúne las seis conferencias que escribió para tal ocasión.
El novelista ingenuo y el sentimental es un libro inspirador y sumamente personal, Pamuk nos lleva de la mano a los mundos del escritor y del lector, poniendo de manifiesto las íntimas conexiones entre ambos. Pamuk recurre a la famosa distinción de Friedrich Schiller entre poetas «ingenuos» (los que escriben con espontaneidad, serenidad y naturalidad) y poetas «sentimentales» (reflexivos, emotivos, inquisidores y sensibles al artificio de la palabra escrita). Remontándose a las novelas de su adolescencia y deteniéndose en las obras de Tolstói, Dostoievski, Stendhal, Flaubert, Proust, Mann y Naipaul, Pamuk explora la oscilación entre lo ingenuo y lo reflexivo, así como la búsqueda del equilibrio que se encuentra en el corazón mismo del oficio de todo novelista.
¿Qué pasa en nuestro interior cuando leemos una novela? ¿Cómo puede una novela crear ese efecto único, tan distintivo del producido por la pintura, el cine o la poesía? Cualquiera que haya tenido el placer de sumergirse en una novela disfrutará y aprenderá de esta intensa obra del premio Nobel de literatura 2006.
Orhan Pamuk reúne en este libro las seis conferencias que escribió para el seminario de alto prestigio internacional Charles Eliot Norton en la universidad de Harvard.
Cualquiera que haya tenido el placer de sumergirse en una novela disfrutará y aprenderá de este libro penetrante, escrito por uno de los maestros de la literatura.
«Cualquiera que haya leído la exquisita narrativa de Orhan Pamuk disfrutará de estos ensayos sobre la lectura y el arte de la novela.» William Kist, Cleveland Plain Dealer
«Deleitará tanto a lectores como a escritores.» Peter Craven, Australian Literary Review
«Pamuk llega al corazón de lo que es una novela, de cómo él y otros la escriben, y de cómo los lectores las leen.» W. L. Hanaway, Choice
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LO QUE HACE NUESTRA MENTE CUANDO
LEEMOS NOVELAS
Las novelas son segundas vidas. Como los sueños de los que habla el poeta francés Gérard de Nerval, las novelas ponen al descubierto los colores y las complejidades de nuestras vidas y están llenas de gente, rostros y objetos que creemos reconocer. Cuando nos sumergimos en una novela, y al igual que sucede en los sueños, a veces es tan honda la impresión que nos causa la extraordinaria naturaleza de las cosas que leemos, que olvidamos dónde estamos y es como si estuviésemos rodeados de la gente y los acontecimientos imaginarios que estamos presenciando. En esas ocasiones, tenemos la sensación de que el mundo ficticio que descubrimos es más real que el propio mundo real. El hecho de que esas segundas vidas puedan parecernos más reales que la realidad significa a menudo que sustituimos las novelas por la realidad, o al menos que las confundimos con la vida real. Sin embargo, nunca nos quejamos de esta ilusión, de esta ingenuidad. Al contrario, al igual que en algunos sueños, queremos que la novela que estamos leyendo continúe y esperamos que esta segunda vida siga evocando en nosotros un sentido constante de realidad y autenticidad. A pesar de lo que sabemos sobre la ficción, nos enfadamos y nos molesta que una novela no sea capaz de mantener la ilusión de que ref leja una
vida real.
Al soñar asumimos que los sueños son reales; así son los sueños por definición. De modo que al leer novelas asumimos que son reales, pero en algún rincón de nuestra mente también sabemos que nuestra asunción es falsa. Esta paradoja se deriva de la naturaleza de la novela. Empecemos recalcando que el arte de la novela reside en nuestra capacidad para creer simultáneamente en estados contradictorios.
Leo novelas desde hace cuarenta años. Sé que podemos adoptar muchas posturas con respecto a la novela, que podemos confiarle nuestra alma y nuestra mente de diversas maneras, que podemos tomárnosla en serio o a la ligera. Y de ese mismo modo, gracias a la experiencia he aprendido que hay diversas formas de leer una novela. Algunas veces leemos de un modo lógico, en ocasiones con los ojos, otras con la imaginación, otras con una pequeña parte de la mente, otras del modo en que queremos, otras del modo en que quiere el libro, y en otras con todas las fibras de nuestro ser. Hubo un tiempo en mi juventud en el que me entregué por completo a las novelas, en que las leía con gran atención, incluso con gran entusiasmo. Durante esa época, desde los dieciocho años hasta los treinta (de 1970 a 1982), quería describir lo que pasaba en mi cabeza y en mi alma del modo en que un pintor representa con precisión y claridad un paisaje animado, complejo y vívido, lleno de montañas, llanuras, rocas, bosques y ríos.