
Adán en Edén
Carlos Fuentes
Adán en Edén combina el drama y la comedia, la ficción y la crónica periodística, el terror y el humor, lo real y lo fantástico para trazar un mapa detallado del poder, el narcotráfico y la violencia en la América del siglo XXI.
Adán Gorozpe ha pasado de pobretón estudiante a poderoso mandamás gracias a un afortunado braguetazo. Adán Góngora es ministro a cargo de la seguridad nacional y ha puesto en marcha una estrategia espeluznante: se alía con los criminales y encierra o manda matar a los menos aptos; encarcela inocentes y algún que otro culpable, exhibe a todos y así se gana a la opinión pública como garante de la justicia.
Un día, Góngora le propone a Gorozpe un pacto. Éste sabe que tiene que deshacerse de Góngora, o al menos neutralizarlo. Pero ¿cómo proceder contra tal adversario? ¿Cómo detener la corrupción que arrastra al país hacia el caos? Mientras tanto la gente se aferra a cualquier esperanza por vana que parezca, aunque sea la predicación de un niño con alas postizas que sermonea a los transeúntes.
LOS PERSONAJES
Adán Gorozpe: narrador en primera persona, es un abogado y empresario de
origen humilde que ha alcanzado el éxito gracias a su boda con Priscila Holguín, la
hija de un magnate del sector alimentario. Cumple a rajatabla con sus obligaciones
profesionales y en el seno de la familia Holguín continúa comportándose como un
muchacho humilde y agradecido..
Adán Góngora: es un militar recién nombrado responsable de la seguridad nacional que como tal tiene acceso a los círculos exclusivos de la alta sociedad mexicana. Ambicioso, intrigante, de modales groseros, reúne todas las características del alto funcionario corrupto cuya misión consiste en hacer que parezca que todo cambia en el país sin que nada cambie. Su política de represión sanguinaria para restablecer el orden no va dirigida contra los verdaderos culpables, los grandes criminales, sino que, al contrario, pretende protegerlos. Su ambición no conoce límites ni medida.
Priscila Holguín: esposa de Adán Gorozpe, hija de Celestino Holguín, Priscila siempre ha sido una niña rica, protagonista en su juventud de los eventos de la alta sociedad. Su marido la llama despectivamente «la Reina de la Primavera», y esa ha sido su única misión en la vida, representar ese papel, el de la reina de la frivolidad. Pero su estupidez corre paralela a su superficialidad.
Celestino Holguín: conocido como «el Rey del Bizcocho» por haber hecho fortuna en la industria panificadora, don Celes es viudo desde hace años. Retirado de los negocios, gobierna su casa y su familia como un monarca absolutista y admira la ambición mostrada por Adán Gorozpe al casarse con su hija para ascender en la escala social y el sentido práctico que muestra conduciendo sus negocios.
Abelardo Holguín: hijo de don Celestino y hermano de Priscila, es el único miembro de la familia que merece el respeto de Adán. Es un joven serio y sensible cuya única ambición es ser escritor, en lugar de dirigir los negocios familiares. Abelardo se independiza de la familia siguiendo sus inclinaciones, pero la carrera literaria no es un camino fácil. La vida lo llevará por la vía de la espiritualidad, porque cuando no hay salidas sólo queda aferrarse a la fe.