Marcelo Figueras
Qué delicia de música. El disco se llama Trip, lo estoy escuchando por enésima vez mientras escribo. La voz cantante en todos los temas es la de Isabel de Sebastián. La composición y el piano son obra de Bob Telson. Pareja en la vida real, argentina ella, norteamericano él. Isabel fue una de las figuras del rock post dictadura al timón del grupo Metrópoli, hasta que decidió irse del país y produjo un vacío que nadie ocupó desde entonces. Bob dejó de ser un secreto bien guardado por culpa de la canción central de Bagdad Café, aquella encantadora película de Percy Adlon. La canción se llama Calling You, sigue siendo perfecta y en Trip Isabel y Bob la entonan a dos voces -como vienen haciendo con la vida misma.
Se conocieron en New York pero viven en Buenos Aires desde hace algunos años. Verlos el jueves pasado en el escenario de La Trastienda fue un verdadero lujo. Mientras era testigo del espectáculo pensé que se trataba de algo digno de los mejores teatros y clubes del mundo. Algo bueno debe tener este país para que esta gente esté sonando aquí en vez de en otra parte.
Las canciones de Bob en la voz de Isabel hacen la cosa más difícil del mundo: hablar de los sentimientos más bellos -y también de algunos de más terribles- de la manera más simple y elegante. Cada una de ellas es un pequeño acto de magia, en tanto hace aparecer de la nada aparente algo que parecía imposible el segundo previo: pura belleza, una emoción que llega al alma tan pronto suena. Se trata de una emoción sin tiempo, ya que son canciones nacidas para perdurar. (Love Unconquerable viene del fondo de la Historia, por cuanto musicaliza versos de Sófocles.) Y también de una emoción que al no atarse a ningún lugar los refleja todos, atravesándolos en un viaje -en un trip- que constituye un fin en sí mismo. Barefoot nos lleva a Alaska, Calling You al desierto del Mohave, Each Time She Takes One arranca en la noche del alma y se tuerce a mitad de camino para empezar a sonar afrocubana.
La letra de Telson y Lee Breuer dice que la Muerte muere un poco con cada persona que se lleva. Yo diría que también retrocede cada vez que suenan canciones como estas.
Ojalá pronto Isabel vuelva a escribir, o a co-escribir, sus propios temas.