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¿Niños frágiles o Superboys?

Por 19 de enero de 2010 Sin comentarios

Marcelo Figueras

En una entrevista concedida a The A.V. Club (www.avclub.com), el cineasta y ex (¿ex?) Monty Python Terry Gilliam habló de algo sobre lo que me ha gustado especular aquí más de una vez: el hecho de que la corrección política pasteurice y por ende banalice los relatos dirigidos al público infantil –la mayor parte de esas historias son víctimas, hoy, de la más flagrante autocensura.

         El periodista Sam Adams le dice al director de Brazil y Twelve Monkeys que “hemos desarrollado una visión super limitada sobre la vida interior de los niños. Antes se les leía los cuentos de hadas de los Grimm y aún así crecían de manera saludable”, aunque concede que The Red Shoes es “más bien horrible en más de un sentido”.

         A lo que Gilliam responde: “Es por eso que semejantes historias son importantes. Sirven para desarrollar los músculos de los niños, para despertarlos a las situaciones que la vida suele ofrecer. Los niños no le temen a la muerte. Eso es lo otro que la gente no comprende. La muerte, creo, simplemente es una idea extraña para ellos… ¿Por qué los adultos se asustan tanto ante esta cuestión? …Dicen que lo hacen para proteger a los niños. Pero no se puede protegerlos. Hay que darles oportunidad de que tengan oportunidades. Dejar que su imaginación fluya. …De otro modo es igual a calzarles un traje como el que Bruce Willis vestía en Doce monos: un condón que cubre el cuerpo entero, para así lanzarlos al mundo”.

         Yo tiendo a estar de acuerdo con Gilliam. Siento que la imaginación de los niños es infinitamente más anárquica y salvaje de lo que los relatos de este tiempo quieren asumir. De ahí el encanto perenne de, por ejemplo, la saga de Alicia según Lewis Carroll, tan pasteurizada por Disney en su viejo dibujo animado. (Ya veremos que hizo Tim Burton al respecto…) Y pensar que hay gente que cuando se dice La sirenita piensa también en su disneyficación… ¡Pocos relatos han sido más banalizados que el original del eterno patito feo Hans Christian Andersen!

         Los relatos clásicos (Grimm, Andersen) siguen encontrando eco en las mentes infantiles porque les resultan más perturbadores, menos predecibles que la papilla intelectual que están acostumbrados a recibir. Cuando los leen en su versión original, comprenden que allí hay algo misterioso que aunque no decodifiquen de inmediato deben investigar. (¡Como me ocurrió a mí con la versión trágica de Robin Hood!) Y eso no es malo, como no lo es tampoco que los niños pregunten porqué el viejito de Up no pudo tener hijos. Es bueno precisamente porque les lleva a hacerse preguntas sobre los aspectos de la vida que no podemos controlar –o sea, a diferencia de lo que nuestras sociedades temerosas quieren comunicar: casi todos.

         ¿Qué piensan ustedes?

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Marcelo Figueras

Marcelo Figueras (Buenos Aires, 1962) ha publicado cinco novelas: El muchacho peronista, El espía del tiempo, Kamchatka, La batalla del calentamiento y Aquarium. Sus libros están siendo traducidos al inglés, alemán, francés, italiano, holandés, polaco y ruso.   Es también autor de un libro infantil, Gus Weller rompe el molde, y de una colección de textos de los primeros tiempos de este blog: El año que vivimos en peligro.   Escribió con Marcelo Piñeyro el guión de Plata quemada, premio Goya a la mejor película de habla hispana, considerada por Los Angeles Times como una de las diez mejores películas de 2000. Suyo es también el guión de Kamchatka (elegida por Argentina para el Oscar y una de las favoritas del público durante el Festival de Berlín); de Peligrosa obsesión, una de las más taquilleras de 2004 en Argentina; de Rosario Tijeras, basada en la novela de Jorge Franco (la película colombiana más vista de la historia, candidata al Goya a la mejor película de habla hispana) y de Las Viudas de los Jueves, basada en la premiada novela de Claudia Piñeiro, nuevamente en colaboración con Marcelo Piñeyro.   Trabajó en el diario Clarín y en revistas como El Periodista y Humor, y el mensuario Caín, del que fue director. También ha escrito para la revista española Planeta Humano y colaborado con el diario El País.   Actualmente prepara una novela por entregas para internet: El rey de los espinos.  Trabajó en el diario Clarín y en revistas como El Periodista y Humor, y el mensuario Caín, del que fue director. También ha escrito para la revista española Planeta Humano y colaborado con el diario El País. Actualmente prepara su primer filme como director, una historia llamada Superhéroe.

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