Lluís Bassets
Ya tiene dicho que nadie le ha dado la autoridad que él impone. La conquista. ¿Cómo? A ese le perdona, porque le exigirá favores. A ese otro, que nada ha hecho, le ejecuta o le expulsa del poblado. Así va construyendo su autoridad, la única que reconoce. A tiros.
¿Por qué me piden que sea ecuánime, objetivo, ponderado, matizado?? Hay uno que me pide que sea neutro, y eso ya va más allá de lo soportable. ¿Pero no saben lo que se le pide al profesional de esos menesteres? Que haga su tarea con rapidez y pulcritud. Que pueda lucir de su eficacia y saque tajada de su buena fama. Los matices son los remilgos del verdugo ante la única fórmula tajante.