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Menos guerras, más armas

Por 7 de marzo de 2015 Sin comentarios

Lluís Bassets

Todos hemos reparado en el 7 por ciento del crecimiento de la economía china previsto para 2015. Es una cifra muy alta para los niveles que conocemos en los países desarrollados, pero baja y en declive comparada con las cifras que habíamos visto desde 1990, año al que hay que remontarse para encontrar un crecimiento inferior.
El mundo se juega mucho en la marcha de la economía china, la segunda del mundo y por tanto una de las locomotoras globales. Menos atención ha merecido otra cifra de notable elocuencia, como es el incremento en los gastos de defensa –algo más del 10 por ciento, tres puntos por encoma del crecimiento de la economía–, en el segundo lugar de la clasificación mundial. La agencia oficial Xinhua se ha encargado de matizar que es el incremento más bajo de los últimos cinco años, aunque lleva mucho tiempo por encima del 10 por ciento. Respecto al PIB, representa como máximo el 1'5 por ciento, la mitad del 3 por ciento de gasto militar que hace Estados Unidos respecto al suyo.
El tamaño apabullante del gasto de defensa que hace Washington convalida cualquier incremento de los 14 países que le siguen y que solo sumados alcanzan a la superpotencia. EE UU, con el presupuesto en declive desde hace cinco años, gasta cuatro veces el presupuesto chino, pero Obama ya ha propuesto un incremento del 4'5 por ciento para 2015.
Dos matizaciones. Una: aunque todos los presupuestos de defensa tienen un cierto grado de opacidad e incluso de ocultamiento, el gasto maquillado siempre es mayor cuanto más autoritario y por tanto menos transparente y creíble es el país, como es el caso de China. Y dos: EE UU gasta en defensa para todo el globo, mientras que China concentra su gasto solo en Asia. Pekín está echando la casa por la ventana sobre todo en defensa marítima y aérea, para presionar sobre su inmediato entorno geopolítico y dificultar el acceso de los navíos y aviones de estadounidenses.
La economía mundial se ralentiza, pero el gasto militar sube. Con crisis o sin ella, con guerras convencionales o con híbridas, el gasto militar crece casi siempre (solo en 2012 hubo un pequeño bache). Las teorías de Steven Pinker sobre el constante declive de la violencia en la historia se cruzan y contradicen con el constante incremento de gastos militares en todo el mundo.
¿En todo el mundo? No, ciertamente no se incrementan en Europa, donde vienen cayendo desde 1991, cuando se disolvió la Unión Soviética. Desde 2010 hasta hoy ha caído un 8 por ciento acumulado, según Military Balance 2015, mientras que en el mismo período han aumentado un 27 por ciento en Asia. Es otra paradoja, quizás trágica, por cuanto Europa tiene una guerra en su flanco oriental y se halla rodeado por un arco de tensión bélica que abraza desde el Africa subsahariana hasta el sur de Asia.

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Lluís Bassets

Lluís Bassets (Barcelona 1950) es periodista y ha ejercido la mayor parte de su vida profesional en el diario El País. Trabajó también en periódicos barceloneses, como Tele/eXpres y Diario de Barcelona, y en el semanario en lengua catalana El Món, que fundó y dirigió. Ha sido corresponsal en París y Bruselas y director de la edición catalana de El País. Actualmente es director adjunto al cargo de las páginas de Opinión de la misma publicación. Escribe una columna semanal en las páginas de Internacional y diariamente en el blog que mantiene abierto en el portal digital elpais.com.  

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