
Eder. Óleo de Irene Gracia
Juan Pablo Meneses
Esta mañana tuve una videoconferencia con Holanda. Yo estaba en la sede del Sindicato de Fútbolistas de Chile, en Santiago. Del otro lado, en Ámsterdam, estaban unos directivos de la FifPro (agrupación mundial que reúne a todos los sindicatos de futbolistas profesionales del mundo). Anualmente, la Fifa y la FifPro eligen al ganador del "Balón de oro" como el mejor jugador del mundo.
Me contactaron ellos, interesados en "Niños futbolistas". Ya habían conseguido el libro, y querían que les contara más detalles porque están interesados en los derechos de los jugadores. En la Fifpro, me dijeron, ahora se van a comenzar a preocupar por los traspasos de menores.
Les dije, luego de una pregunta sobre posibles medidas, que no soy legislador, que no puedo proponer soluciones, que mi trabajo terminó en poner sobre la mesa un tema (que tampoco era mío, porque los temas no son de nadie, siempre están ahí).
En un momento, desde las oficinas centrales de la Fifpro me preguntan cómo hacer para detectar estos traspasos precoces. Se me ocurrió responder algo simple:
-Busquen en internet "fichaje de un menor" "Contrataron a un niño". Algo les aparecerá.
Espero haber ayudado en algo a la gente de la FifPro, que se veía preocupada del tema (al punto de mandar a buscar el libro a España y a contactarme para una videoconferencia). Una vez cortada la conversación con Ámsterdam, hice el ejercicio y entré a internet por si había algún fichaje. Para mi sorpresa (aunque tampoco era tan sorpresa), había una noticia fresca: el Real Madrid anunciaba hoy, el mismo día 08 de octubre, el fichaje oficial de un niño japonés de 9 años llamado Takuhiro Nakai y apodado ‘Pipi’.
El chico, me enteré despues, deberá viajar pronto a España a iniciar su nueva vida. Ahí comenzará el recorrido que muchos antes ya hicieron, y que están en el libro. Pipí es, hasta ahora, el último caso famoso de un niño futbolista.
Twitter: @menesesportatil