
Eder. Óleo de Irene Gracia
Jorge Eduardo Benavides
Ha sido sin lugar a dudas una semana fructífera y hemos estado atentos a los muchos comentarios y sobre todo a las propuestas de inicios que han encontrado los participantes del taller: algunos extraídos de cuentos de escritores reconocidos, otros rescatados del olvido y muchos otros de cosecha propia. En todos los casos, creemos que la abundancia de los ejemplos dan cuenta inobjetable de la importancia que tiene un buen inicio, sobre todo en un relato corto. Esta es la primera parte de una cuidadosa estrategia narrativa y debe conseguir atrapar la atención de lector, sugerirle las líneas de tensión por las que discurrirá la historia y acaso contener ya, como germen, la propia resolución del conflicto. Un buen inicio de un cuento es como una apertura de una partida de ajedrez: encierra consecuencias incalculables. Por ello, ahora que hemos encontrado tantos y tan buenos inicios, vamos a elegir uno de ellos, de preferencia propuesto por algún compañero del taller y en todo caso nunca el que nosotros mismos propusimos, y vamos a contar la historia desde allí. De manera que terminaremos un cuento breve con el inicio apócrifo cuya lectura nos resulte más estimulante o sugerente.
Buen fin de semana!