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¿Por qué a los ‘millennials’ se la sopla todo?

Por 24 de noviembre de 2023 Sin comentarios

(Àlex Garcia)

Joana Bonet

No les dejen usar el móvil a sus hijos hasta los 16 años, advierte un experto, imagino que consciente de las risotadas que sus palabras provocarán en tantos progenitores que lidian a diario con esos seres de mirada torva, silencios prolongados y un teléfono imantado a su mano las 24 horas. Porque los smartphones se han convertido en el verdadero espacio de su existencia, en su central de datos y su comando emocional. En una monumental puerta al asombro, pero también a la intrascendencia. Y al algoritmo, que personaliza su banquete de deseos. La adicción a los móviles es la droga de nuestro tiempo. La más poderosa. La que puede colocar hasta hacernos enloquecer con su inmediatez y su oferta ilimitada de sensaciones.

Hoy, cuando los vídeos de TikTok sustituyen a todo libro, la comprensión lectora cae estrepitosamente entre una generación adiestrada a golpe de LOL, que escribe osea y repite justo para asentir, incapaz de expresar un sentimiento sin una ristra de emojis besucones. La instrucción digital de nuestros jóvenes coincide con nuestro sentimiento de derrota, esclarecida ya la impotencia de un combate infértil, porque nosotros tampoco soltamos el teléfono.

Pocos millennials y centennials heredarán nuestros gustos, y eso no es significativo. Pero aquello que cotizaba al alza para nosotros (como el conocimiento o el esfuerzo) es para la mayoría de los chavales sinónimo de ansiedad o aburrimiento. Pienso en la devaluación de la cultura a partir del verso alejandrino de Machado: “Y al cabo, nada os debo; debéisme cuanto he escrito”. ¡Cómo se reirían de él los jóvenes adoradores de Bizarrap! ¿Qué pueden deberle ellos a un poeta, incluso a un pensador? “Me la pela”, repiten desafiando las normas de una sociedad que ha acabado sustituyendo el castigo por la negociación y, aun así, no le salen las cuentas.

En España, las matrículas de formación profesional –que por fin empieza a perder su tufo peyorativo– han crecido un 68% a lo largo de la última década. Los adolescentes no sueñan con la universidad a modo de templo en el que obtener su emancipación intelectual porque han asistido al desastre de sus hermanos mayores, licenciados y con máster, que integran ese 27,1% del paro juvenil.

La formación de un espíritu crítico se ha disuelto como propósito, y la inmadurez se instala a largo plazo. No, no supimos transmitir una de las máximas de la Ilustración: “Sapere aude” –“atrévete a utilizar tu entendimiento”, como repetía Kant–, porque estábamos demasiado concentrados en llegar a todo, pagar las facturas y no perder el trabajo.

El enganche de los jóvenes al mundo virtual nos interpela como sociedad: ¿qué hemos hecho mal? La tecnología nos ha mostrado atajos, pero ha acortado nuestro horizonte. A mayor progreso, menor ambición intelectual entre quienes dentro de 20 años gobernarán el planeta. Según una encuesta del Centre d’Estudis d’Opinió de la Generalitat, a la juventud catalana lo que más le importa es tener casa y trabajo. Les interesan el feminismo y la ecología, en cambio se muestran contrarios al independentismo. Proyectar su identidad como adultos arroja muchas incógnitas.

Puede que nos superen en capacidades distintas a pesar de no haber pisado una facultad ni importarles quiénes fueron Machado ni Kant. Cada vez que, absortos en una pantalla, dicen “me la pela todo”, nada tiene que ver con esa rebelión bartlebyana del “preferiría no hacerlo”, sino con una inconsciente dimisión de cualquier responsabilidad.

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Joana Bonet

Joana Bonet es periodista y filóloga, escribe en prensa desde los 18 años sobre literatura, moda, tendencias sociales, feminismo, política y paradojas contemporáneas. Especializada en la creación de nuevas cabeceras y formatos editoriales, ha impulsado a lo largo de su carrera diversos proyectos editoriales. En 2016, crea el suplemento mensual Fashion&Arts Magazine (La Vanguardia y Prensa Ibérica), que también dirige. Dos años antes diseñó el lanzamiento de la revista Icon para El País. Entre 1996 y 2012 dirigió la revista Marie Claire, y antes, en 1992, creó y dirigió la revista Woman (Grupo Z), que refrescó y actualizó el género de las revistas femeninas. Durante este tiempo ha colaborado también con medios escritos, radiofónicos y televisivos (de El País o Vogue París a Hoy por Hoy de la cadena SER y Julia en la onda de Onda Cero a El Club de TV3 o Humanos y Divinos de TVE) y publicado diversos ensayos, entre los que destacan Hombres, material sensible, Las metrosesenta, Generación paréntesis, Fabulosas y rebeldes y la biografía Chacón. La mujer que pudo gobernar. Desde 2006 ejerce de columnista de opinión en La Vanguardia.

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