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Cada ocho horas

Por 30 de abril de 2018 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Joana Bonet

En nuestro país soleado y optimista, solidario y amable, europeo y pudoroso, cada ocho horas se viola a una mujer. Tres al día. Contando sólo con las que lo denuncian. Porque valientes son quienes, aún malheridas, abren un proceso en el que serán poco menos que humilladas. Puede ser cualquiera: flaca o curvada, joven o madura, pobre o rica, puede estar embarazada, tener una discapacidad, ser mendiga, extranjera, torpe, borracha, anciana, cadáver. Nadie lo ve. Ningún sofisticado control de seguridad, ninguna precaución que no sea la de las propias víctimas potenciales, de media parte de la población española: un 50,94%.
Desde niñas nos criaron con amor, aunque sin escondernos el miedo con cara de hombre malo. Fuimos asumiendo la fragilidad de nuestro cuerpo y la facilidad con la que podíamos ser engañadas. Yo sentía algo parecido al alivio y la victoria cada vez que cumplía años, un poco más liberada de ese terror. En los cumpleaños de mis hijas también lo celebro. Porque afortunadamente descienden los accidentes de tráfico y laborales, la criminalidad vive sus horas más bajas, pero los delincuentes sexuales siguen normalizando la cultura de la violación en la era de la inteligencia artificial, avalados por un antiguo silencio social.
Pero eso ha terminado. La sociedad, siempre más dinámica que las leyes, ha agotado su tolerancia y se ha plantado ante esa idea tan miserable de que una violación significa tener mala suerte. No es la primera vez que la justicia se burla de una víctima, que considera, como el juez Ricardo González –que pidió la absolución de La Manada–, que de los “gestos, expresiones y sonidos que emite la joven” en los vídeos y fotos se desprende su “excitación sexual”. El viejo argumento, vil hasta lo inhumano, de que las mujeres también pueden gozar cuando se las viola ha calado hasta en su señoría. De la descripción de los hechos probados emana un hedor patriarcal que paraliza: “La denunciante se encontró repentinamente en el lugar recóndito y angosto (…) rodeada por cinco varones, de edades muy superiores y fuerte complexión; al percibir esta atmósfera se sintió impresionada”. La elección del eufemismo responde a un punto de vista, a una posición moral deleznable.
Cuatro de ellos tienen antecedentes penales, dos son agentes de seguridad. La mirada subjetiva de estos magis­trados juzgando un delito de género, contemplando desde todos los ángulos el vídeo en el que prácticamente basan la “naturaleza” de la agresión, ha levantado a la calle. Porque sí es la primera vez en que las mujeres, y muchos hombres, protestan en público y en privado de forma masiva. Piden medidas urgentes. La revisión de la ley. Y esa corriente de sonoridad, de apoyo a una chica que ha tenido que soportar una agresión múltiple, física y jurídica, pone en evidencia una ­penosa prosa jurídica, tan retrógrada ­como perversa.
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Joana Bonet

Joana Bonet es periodista y filóloga, escribe en prensa desde los 18 años sobre literatura, moda, tendencias sociales, feminismo, política y paradojas contemporáneas. Especializada en la creación de nuevas cabeceras y formatos editoriales, ha impulsado a lo largo de su carrera diversos proyectos editoriales. En 2016, crea el suplemento mensual Fashion&Arts Magazine (La Vanguardia y Prensa Ibérica), que también dirige. Dos años antes diseñó el lanzamiento de la revista Icon para El País. Entre 1996 y 2012 dirigió la revista Marie Claire, y antes, en 1992, creó y dirigió la revista Woman (Grupo Z), que refrescó y actualizó el género de las revistas femeninas. Durante este tiempo ha colaborado también con medios escritos, radiofónicos y televisivos (de El País o Vogue París a Hoy por Hoy de la cadena SER y Julia en la onda de Onda Cero a El Club de TV3 o Humanos y Divinos de TVE) y publicado diversos ensayos, entre los que destacan Hombres, material sensible, Las metrosesenta, Generación paréntesis, Fabulosas y rebeldes y la biografía Chacón. La mujer que pudo gobernar. Desde 2006 ejerce de columnista de opinión en La Vanguardia.

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