Jesús Ferrero
El depredador más despiadado de todos los tiempos surgió a comienzos del siglo pasado: es un animal reciente. A diferencia de otras especies, se reproduce en serie gracias a la ayuda humana. Aparecen grandes manadas de recién nacidos todos los días y se han hecho para él caminos lisos en todos los lugares del mundo.
Es carnívoro y herbívoro. Devora árboles, personas, jabalíes, ciervos, vacas, semáforos, farolas. Puede con la carne y con el hierro.
Se calcula que fulmina a unos dos millones de personas al año. No se conoce un animal tan asesino en toda la historia. Como colofón a su grandeza aniquiladora, practica igualmente el canibalismo, y es común que se abalance contra animales de su misma especie.
Es tan despiadado que a menudo acaba con sus propios amos.