Jean-François Fogel
Los ataques entre escritores pertenecen a un género específico de la literatura. Me gustan las más viciosas, como Jules Renard lastimando la imposibilidad de traducir la poesía de Stéphane Mallarmé a otro idioma "incluido al francés". "Qué lástima que Molière no sepa escribir" escribía Fénelon. "Basta leer a Gide en voz alta durante diez minutos para tener mal aliento" notaba Francis Picabia. André Breton proponía la regla definitiva del plural: "un cóctel, unos Cocteau". La lista del odio literario es interminable. Existen antologías, pero con la red nos llega algo nuevo: el ataque grabado.
Se trata de un intento de homicidio literario de V.S. Naipaul, Premio Nobel 2001, por Dereck Walcott, Premio Nobel 1992. Es el colmo de una grabación simpática: el poeta de Santa Lucía habla dentro del festival cultural de Jamaica Calabash 2008. Entrega un poco de todo: chistes, entrevistas, reflexiones sabias sobre la naturaleza del estilo en varias disciplinas y, lecturas de unos poemas. En el minuto 35 -15 segundos antes de llegar al minuto 36 para ser precisos- Walcott empieza la lectura del poema "The Mongoose" (la mangosta) reconociendo que se trata de V.S. Naipaul:
I have been bitten. I must avoid infection,
Or else I’ll be as dead as Naipaul’s fiction.
Read his last novels. You’ll see just what I mean:
A lethargy approaching the obscene.
No vale la pena traducir: infección rima con la ficción de su enemigo. Naipaul, según Walcott, es una importación de la India y toma sus órdenes del Raj, es decir, del viejo maestro colonial. Lo que vemos es una lucha dentro del Commonwealth o mejor dicho el implacable odio de un poeta que busca su inspiración en Homero por un escritor nutrido con prosa inglesa.
Hay varios testimonios de este episodio que van a quedar en la historia de la literatura tanto en el blog de Chris Lydon y en un blog llamado Active Voice; existe tambien un comentario en el New Stateman. La pelea entre los dos hombres lleva ya años pero me parece alcanzar una verdadera cumbre. Walcott roza obviamente el suicidio con sus versos, pues si un hombre merece tanto desprecio uno no baja a atacarle.
PS: para los amantes de la expresión del odio en inglés es también ineludible la entrevista de Gore Vidal este fin de semana en el Independent de Londres. Pero es otra cosa: Vidal tiene gracia en su manera de odiar y de tener humor. Y además, pertenece a la vieja escuela: odia por escrito, lo que ya no es el caso de Walcott.