Skip to main content
Blogs de autor

El tono de las palmeras

Por 1 de diciembre de 2005 Sin comentarios

Jean-François Fogel

Gana, dice el filósofo Wittgenstein, el que llega último a la meta. Entonces, gané al leer Respiración artificial hace unos diez días. Me gustan las novelas sobre el misterio de la creación de las novelas y Ricardo Piglia sirve una especie de plato combinado tan generoso que borra la idea misma del hambre en el lector. No puedo añadir una palabra más: sería ridículo descubrir lo que se publicó hace un cuarto de siglo, pero tengo que decir que lo que más impacto me provocó fue una valoración del narrador –un escritor por supuesto– afirmando al principio de la novela que Las palmeras salvajes de Faulkner traducido por Borges “sonaba a una versión más o menos paródica de Onetti”.

“Ninguno de nosotros, de los que estuvimos ahí la noche en que se entrevió por fin, en la entristecida penumbra que siguió a la tarde del entierro, el secreto de esa venganza cultivada durante años, ninguno de nosotros no pudo no pensar que asistía…” Esa primera frase, pintada por Borges, se desarrolla a lo largo de ocho líneas de la edición Anagrama y lo primero que hice, claro, fue chequear el texto original de Faulkner en lugar de seguir leyendo a Piglia. (Es un gran crítico, por supuesto, pues anima a la lectura aún siendo novelista.)

Ahora, voy a explicar cómo gané un premio inesperado: no fue tanto por la lectura tan atrasada de la novela de Piglia, sino por la compra unos días después en un “bouquiniste” del Sena de un libro de Malcolm Cowley: A Second Flowering. Cowley es el gran testigo de la Generación perdida, aquellos escritores americanos que vivían en Paris en los años veinte. Lo contó todo en una obra clásica: Exile’s Return (retorno de exilio). El mejor capítulo es dedicado al movimiento Dada; la lista de escritores americanos incluye a un irlandés: James Joyce, pero el libro es bueno. Cowley habla de Dos Passos, Hemingway, Fitzgerald o Pound con el tono convincente de un contador de sobremesa.

A Second Flowering es todo lo contrario: unas rebajas de memorias ya agotadas. Cowley finge tener algo nuevo que decir sobre la misma generación, pero se trata de un plato recalentado. Mismas personas, mismos libros y París todavía, pero con una diferencia: un capítulo dedicado a Faulkner. Cowley lo conoce muy bien. Fue responsable de la edición del Portable Faulkner, un especie de “lo mejor de Faulkner” que ayudó Estados Unidos a descubrir el Sur después de la Segunda Guerra Mundial sin esperar a Lo que el viento se llevó.

Ahora, voy al grano: Cowley explica –y convence– como un cambio se produjo en las novelas de Faulkner a partir de Las palmeras salvajes. En su escritura, dice, aparece “une especie de humor casero y ponderado que se ve muy poco en la escritura contemporánea”. A pesar de los esfuerzos de Cowley para descifrar la mezcla de situación psicológica horrorosa, de realismo y de humor que utilizaba Faulkner, todo lo que se puede decir es recibido de manera trastornada por un lector de Piglia. Explicado por Cowley, Faulkner, lo siento, se parece a “una versión más o menos paródica de Onetti”. Habrá que comprobar: a lo mejor Larsen, el héroe de Onetti, terminara creando su “prostíbulo perfecto” en el condado de Yoknapatawpha.

profile avatar

Jean-François Fogel

Jean-François Fogel Periodista y ensayista francés, trabajó para la Agencia France-Presse, el diario Libération, el semanal Le Point y el mensual Le Magazine Littéraire. Ha vivido una parte de su vida en España donde empezó una segunda carrera como asesor para empresas de prensa. Fue asesor del director del diario Le Monde, desde 1994 a 2002, y sigue trabajando en la concepción y la remodelación continua del sitio Internet creado por el vespertino. Es maestro y presidente del Consejo Rector de la Fundación Gabo. Ha publicado varios libros sobre literatura francesa y sobre América Latina, entre los que destaca  un ensayo sobre el periodismo digital, Una prensa sin Gutenberg (Punto de Lectura, 2007).

En 2010 se dedicó a renovar los seis sitios de los diarios del grupo francés SudOuest, donde continua siendo asesor de la estrategia digital. En los últimos años, se encargó de la creación de una plataforma de información digital para el grupo France Televisions, una de las tres más importantes de Francia. Asesora a varios medios en Europa y América Latina tanto en la concepción de sitios, como en la organización de la producción digital. Es director del Executive Master of Media Management, del Instituto de Estudios Políticos de Paris (Sciences Po).

Obras asociadas
Close Menu