Jean-François Fogel
Leyendo el blog Boing-Boing, descubro que lo del Espresso Book Machine va en serio en la biblioteca de ciencias que está en Madison y la calle 34. De verdad, uno va, pide un libro en una lista que incluye más o menos 200.000 títulos, y consigue su libro gratuito en unos minutos.
La marca Espresso Book Machine está registrada, evoca la sencillez de la máquina que hace café en una oficina y corresponde a una tecnología que permite imprimir un libro de 200 páginas en unos 12 minutos. Son libros encuadernados en rústica. Se pone una raya de goma y se pegan las hojas a la tapa. Pero, vaya, un libro en doce minutos, quisiera ver esto con mis propios ojos. Echo de menos a Nueva York, aún más con el silencio de la red: no conseguí posts de bloggers que cuenten su experiencia con la máquina.
No creo mucho el comunicado oficial de la empresa. Parece que la instalación se demoró. Pero existe un vídeo que muestra el monstruo en marcha y no se puede ignorar que no es tanto monstruo. 760 kilos, algo como dos metros y medio de largo. Cabe en cualquier librería y podría rematar para siempre la vieja respuesta “no tenemos el libro pero lo podemos pedir; llegara en unos días”.
Jason Epstein, que fue un editor de leyenda y acaba de jubilarse se involucró en el proyecto de la máquina trayendo una publicidad enorme a la nueva tecnología. Hay un plan para mostrar poco a poco la máquina y demostrar sus capacidades. ¿Viene por aquí o vamos a verla allá?