Skip to main content
Blogs de autor

Touch of evil

Por 16 de agosto de 2011 Sin comentarios

Javier Rioyo

 

 

Verano en la ciudad. Han pasado muchos años desde que no estaba un verano en Madrid. Apenas recordaba ese resto de casticismo, más cutre que barroco, que mantiene algunas fiestas populares. Procesiones con orquestas municipales, churros incomibles, políticos en rebajas, verbenas con barras atendidas por gentes que vinieron del pasado comunista, bomberos, vírgenes, beatos, jóvenes papistas, negocios religiosos, promesas de dioses, de vírgenes que cuelgan de espacios civiles, militares y hasta de algún edificio religioso.

La religión como negocio, fiesta, mercado, diseño, audiovisual, caralibros, veinteañeros, integrados, indignados ma non tropo, ateos gracias adiós, lolitas católicas, apostólicas, romanas, rumanas, brasileras y sus amigos "viva la gente". Madrid con un calor que ya no me mata, con confesionarios allí dónde tuvimos libros, con misas, rosarios, pecados, pecadores, beatos despistados, policías descreídos y bocadillos de falsas tortillas. Ciudad abierta, confiada, convicta y confesada en el Parque del Retiro. Holy Fast,  La turneé de Dios, Jardiel Poncela reestrenado y vuelta atrás. El mundo es ansí?

Hoy día de palomas, asunciones y las once mil vírgenes, que en euros deben ser millones, he paseado por Madrid entre la insolación y la tentación. Al final, como tantos días, como tantas veces, tantos años, me dejé caer en ella. En la tentación. La misma tentación que me acompaña desde que tengo memoria de confesionarios. Aquellos confesionarios oscuros, susurrantes, temidos, de respiraciones pecaminosas, falsos arrepentimientos, señores oscuros  invisibles, de aliento dudoso y de fe aburrida. Aquellos católicos que nos hicieron salir corriendo y no volver al lado oscuro de los miedos adolescentes.

Nada es así. Al menos en este Madrid que agosta con esta religión de blanco y arquitectura de los modernos de la obra. Feria de confesionarios, vanidosos y vanidades esperando a los pecadores del mundo. Jóvenes sueltos del mundo, pecadores en confesionarios de diseño que terminan allí dónde siempre espera el ángel caído. El camino de los confesionarios madrileños lleva a la estatua del hermoso diablo.

La tarde del día de las vírgenes madrileñas, entre policía, beatos, mirones, curas, perdidos y encontrados la comencé en el Retiro de todos los pecados. Me senté al lado de mi demonio. Me tomé una cerveza, o dos, y volví a casa con mi bono bus. Como en casa…Un gin tonic y una película en la tele. Esta noche en cine clásico un detalle, otra vez vimos: "Touch of evil".

profile avatar

Javier Rioyo

Javier Rioyo (Madrid, 1952) es licenciado en Ciencias de la Información. Periodista, escritor, director y guionista de cine, radio, televisión y dramáticos. Dirigió y presentó el programa semanal de libros Estravagario en TVE 2, con el que obtuvo el Premio Fomento a la Lectura 2005, concedido por la Federación del Gremio de Editores de España. También ha sido responsable de cultura y libros en el programa diario Hoy por hoy de la cadena SER. Es colaborador habitual de El País (escribe para el suplemento semanal Domingo) y de la revista Cinemanía. En televisión, Rioyo ha presentado el programa "El Faro" del canal Documanía y ha obtenido dos premios Ondas en Radio y uno en Televisión. Ha sido guionista de numerosos festivales de música para Canal+, así como de los premios Goya, y de diversos programas de radio y televisión. También coordinó los guiones para la serie Severo Ochoa. Ha dirigido y participado en cursos de Comunicación y Cultura en diversas universidades españolas. Formó parte del Comité Asesor de Alfaguara y ha sido jurado de festivales de cine y premios literarios en varias ocasiones. Es autor del libro Madrid: casas de lenocinio, holganza y malvivir (Espasa Calpe, Premio 1992 Libros sobre Madrid); y de La vida golfa (Aguilar, 2003). En 2005, con su productora Storm Comunicación, realizó la producción ejecutiva y el guión de Miracolo Spagnolo, un documental para la RAI sobre la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al gobierno y su primer año de legislatura. También dirigió y produjo Alivio de luto, un vídeo documental en el que entrevista a Joaquín Sabina; así como Un Quijote cinematográfico. En 1994 fundó la productora Cero en conducta, con José Luis López-Linares, con la que tuvo a su cargo el guión y la dirección de Alberti para caminantes (2003); y la producción ejecutiva y el guión del largometraje Un instante en la vida ajena (2003), que obtuvo el Premio Goya al mejor documental; así como de Tánger, esa vieja dama (2002). También ha codirigido con José Luis López-Linares el cortometraje Los Orvich: Un oficio del Siglo XX (1997), y los largometrajes Extranjeros de sí mismos (2001), nominado al mejor documental en la XVI edición de los Premios Goya; A propósito de Buñuel (2000); Lorca, así que pasen cien años (1998), nominado a los premios Emmy 1998; y Asaltar los cielos (1996), nominado a los premios Goya al Mejor Montaje, y ganador del Premio Especial Cine, de los Premios Ondas 1997.

En 2011 fue nombrado director del centro del Instituto Cervantes de Nueva York en sustitución de Eduardo Lago.​ Ocupó el cargo hasta septiembre de 2013, cuando fue sustituido por Ignacio Olmos.​ En 2014 fue nombrado responsable del centro del Instituto Cervantes en Lisboa.​ En febrero de 2019 deja el cargo y pasa a dirigir el centro de Tánger de la misma institución.

Close Menu