Javier Rioyo
Recuerdo con placer unos días aislados en montañas nevadas de un lugar del Tirol. Un pequeño accidente me obligó a no descender más montañas nevadas, pero a seguir entre la nieve unos días antes del regreso. Tenía mucho tiempo para leer, contemplar y pocas cosas más. Una de aquellas lecturas fue La montaña mágica. No creo que haya mejor libro para acompañarnos en montañas, aislamientos, entre nieve o sin nieve. En realidad es una lectura que se puede hacer en cualquier lado, en cualquier tiempo, con cualquier excusa o sin excusa.
Ahora, sin olvidar las páginas de Thomas Mann que me acompañaron en un lugar de nieve, entre montañas, estoy en otras lecturas. Dos días en Andorra, y sin esquiar, me sirven para lecturas que me llevan a la nieve, a las montañas, a esa lentitud que acompaña a los lugares de invierno cuando no haces algún deporte que agota, aunque otorgue otros placeres. Me había encantado Mientras nieva sobre los cedros, de ese novelista de Seattle, David Guterson, que tanto sabe de nieves, montañas, bosques y regiones aisladas. Ahora estoy comenzando otra novela que tiene que ver con esa naturaleza potente, fría, nevada o no, del mundo de naturaleza misteriosa de los bosques. Estoy en un lugar muy civilizado, en una calle llena de tentaciones para el amante del deporte del shopping, en el centro de Andorra la Vella, y a la vez estoy al lado del mundo de la montaña, del poderoso silencio de las montañas del Pirineo. Más allá de los turista, de los esquiadores, de los compradores, está el mundo de montaña. Mágico mundo. Extraño como lo inalcanzable.
Y me acompañan otros libros. Otro ya leído que me acompaña para volver a él en días de montañas, campo, nieve y viento. Es el clásico de Giovanni Verga, La vida en el campo que acaba de rescatar la inevitable editorial, tan abierta y cosmopolita, tan de pueblo y universal, como es "Periférica". Raíces profundas de la vida en el campo. Un mundo rural, muchas veces seductor, otras tan mezquino como para salir corriendo sin mirar atrás.
Y me espera la lectura de un clásico rescatado. Un libro sobre el cantón de Vaud, en la cordillera de los Alpes suizos. Allí hay un lugar llamado "Derborence", que da título a un libro de Charles-Ferdinand Ramuz. Habla de la montaña y de los hombres que en ella viven. De los pastores, de esos hombres que pertenecen a un mundo en extinción, que viven, vivían, en un mundo que yo no podemos ver si no es por la literatura. Gracias a esos libros que todavía nos trasladan a mundos donde de lo que se habla pertenece a la hermosa reliquia del pasado o a un presente que será raro que podamos conocer.