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maria ostiz y la ironia

Por 20 de mayo de 2009 Sin comentarios

Eder. Óleo de Irene Gracia

Javier Rioyo

 

 

 

Pensaba escribir algo sobre Montevideo. La ciudad que contó Benedetti. La ciudad que contaron otros poetas, una de las ciudades que quiero- soy promiscuo con límites- y la ciudad de Onetti…pero Ellis, ¿puedo decir yo también la dulce Ellis?, me lleva reflexionar sobre los gustos, los disgustos y las mentiras. Con sus verdades sueltas y absueltas. ¿De verdad me gusta Leo Dann? No creo. No fue de mis cursis cercanos, lejanos. Y con eso tranquilizo a la, también dulce, ET, lo de Leo Dann era un guiño al raro, cursi, intenso, complejo, irónico y demasiado peronista para mis tragaderas, llamado Leonardo Favio. Ese sí me gustó con todas sus "cursiladas". Siempre quise hacer un corto sobre una deliciosa- y cursi/irónica- canción que se llama "Ding, dong, son las cosas del amor" La historia de amor interclasista, el obrero y la niña pija, se termina como un corto de Chaplin, los dos enamorados confesando sus acuerdos tiernos unidos por la música de Leo Dann. No recuerdo a Leo Dann. Eso quiere decir que no me gusta, al menos no tanto como María Ostiz. Me gustó, ¡incluso físicamente!, en esos tiempos de chicas de toque entre intelectual, monjil y con secretos. Y me gustó no por eso de "un pueblo es, un pueblo es", que nunca llegaba a ninguna parte; me gustó, entre otras cantigas de amiga, por culpa de Aute. María Ostiz cantaba "a la manera" de Aute. La diferencia es que Aute era descreído, amigo de diablos queridos y sus aleluyas estaban en las antípodas del estilo "opusino" de María. Pero sí, confieso que me sabía, y que aún recuerdo canciones como "Yo me vi rodeando el mundo", "Mi amiga Catalina", "Un pueblo es" y otras inconfesables músicas y letras de cuando fuimos jóvenes, tan jóvenes. Tan cursis. Hoy me siguen gustando cursis, pero más malas, más irónicas. Hoy me gusta "La Shica", "La bien querida" o Vega. Hay gustos que nunca se arreglan.

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Javier Rioyo

Javier Rioyo (Madrid, 1952) es licenciado en Ciencias de la Información. Periodista, escritor, director y guionista de cine, radio, televisión y dramáticos. Dirigió y presentó el programa semanal de libros Estravagario en TVE 2, con el que obtuvo el Premio Fomento a la Lectura 2005, concedido por la Federación del Gremio de Editores de España. También ha sido responsable de cultura y libros en el programa diario Hoy por hoy de la cadena SER. Es colaborador habitual de El País (escribe para el suplemento semanal Domingo) y de la revista Cinemanía. En televisión, Rioyo ha presentado el programa "El Faro" del canal Documanía y ha obtenido dos premios Ondas en Radio y uno en Televisión. Ha sido guionista de numerosos festivales de música para Canal+, así como de los premios Goya, y de diversos programas de radio y televisión. También coordinó los guiones para la serie Severo Ochoa. Ha dirigido y participado en cursos de Comunicación y Cultura en diversas universidades españolas. Formó parte del Comité Asesor de Alfaguara y ha sido jurado de festivales de cine y premios literarios en varias ocasiones. Es autor del libro Madrid: casas de lenocinio, holganza y malvivir (Espasa Calpe, Premio 1992 Libros sobre Madrid); y de La vida golfa (Aguilar, 2003). En 2005, con su productora Storm Comunicación, realizó la producción ejecutiva y el guión de Miracolo Spagnolo, un documental para la RAI sobre la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al gobierno y su primer año de legislatura. También dirigió y produjo Alivio de luto, un vídeo documental en el que entrevista a Joaquín Sabina; así como Un Quijote cinematográfico. En 1994 fundó la productora Cero en conducta, con José Luis López-Linares, con la que tuvo a su cargo el guión y la dirección de Alberti para caminantes (2003); y la producción ejecutiva y el guión del largometraje Un instante en la vida ajena (2003), que obtuvo el Premio Goya al mejor documental; así como de Tánger, esa vieja dama (2002). También ha codirigido con José Luis López-Linares el cortometraje Los Orvich: Un oficio del Siglo XX (1997), y los largometrajes Extranjeros de sí mismos (2001), nominado al mejor documental en la XVI edición de los Premios Goya; A propósito de Buñuel (2000); Lorca, así que pasen cien años (1998), nominado a los premios Emmy 1998; y Asaltar los cielos (1996), nominado a los premios Goya al Mejor Montaje, y ganador del Premio Especial Cine, de los Premios Ondas 1997.

En 2011 fue nombrado director del centro del Instituto Cervantes de Nueva York en sustitución de Eduardo Lago.​ Ocupó el cargo hasta septiembre de 2013, cuando fue sustituido por Ignacio Olmos.​ En 2014 fue nombrado responsable del centro del Instituto Cervantes en Lisboa.​ En febrero de 2019 deja el cargo y pasa a dirigir el centro de Tánger de la misma institución.

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