Javier Rioyo
Acaba de llegarme el "Panorama Audiovisual 2007", editado por Egeda que es la Entidad de Gestión de Derechos de los Productores Audiovisuales. Es un estudio pormenorizado de lo que hemos visto, desde el lado del dato y la estadística y no tanto desde el análisis. Aquí está el dato de lo que han visto los españoles en televisión o cine. Hoy comentaré lo más visto. Naturalmente lo más visto está en televisión- todavía no se contabiliza por Egea lo que se ve por la Red- y con mucha diferencia de lo que vemos en pantallas de cine. El cine en el cine, ¡ay!, una rareza en trance de desaparición.
Si somos lo que vemos, somos primero fútbol, después fútbol, seguido de carreras de Fórmula 1. Entre los diez programas más vistos -los datos son del 2006- en televisión sólo hay una ficción, la serie Hospital Central en el número 8 del ranking. La lista sigue hasta los cien programas más vistos. La mayoría son programas de deportes. Crecen las series españolas de ficción: Aquí no hay quién viva, Los Serrano, Siete vidas, El comisario, Cuéntame, Camera Café, Aída o Manolo y Benito. También series americanas, C.S.I, una en Nueva York, otra en Miami -no tengo ni idea de qué me hablan- y desperdigados por el ranking algunos de entretenimiento o lo que sea: Gran Hermano, Mira quién baila, Festival de Eurovisión, Operación Triunfo o Salsa Rosa. Y, por completar lo que vemos -es decir lo que los españoles ven por televisión- señalar que en puestos medios, más bien medios altos, también hay algunas películas: Como Dios, El señor de los Anillos, Asterix y Obelix, Cleopatra, El regreso de la momia, Pretty woman y Harry Potter, son los largometrajes más vistos en televisión el pasado año.
Debo reconocer que cuando leo estas listas me siento un bicho raro. Un ser extraño, fuera de la realidad, un marciano, un excéntrico, un solitario, un pedante, un desinformado, un listo, un tonto, un tipo peor que un comunista: un mal español. Menos mal que me salvo por ser espectador de algunos, muchos, partidos de fútbol. Aunque muchas veces voy en contra de los míos. Yo en eso, menos para el Atlético de Madrid, soy como el poeta Ángel González, voy contra todos, sobre todo contra los que ganan. Soy de muy pequeño espíritu deportivo, me gustan marrulleros, que jueguen, que ganen los míos aunque sea con trampas. Y como no tengo míos, voy con los peores.
Me alegra que se vean tantas series españolas. Incluso alguna vez trabajé en alguna, pero no soy consumidor ni se me espera. Soy, otra vez, del juego sucio, de Los Soprano. Y de programas llamados de entretenimiento, soy un analfabeto. Y no me importa. Creo que soy rebelde porque el mundo me hizo así. El caso es que antes, cuando fui mejor, más pequeño y más español, me encantaban los programas de concursos. Y los de entretenimiento que presentaban unos vieneses. Incluso las series, americanas, del tipo de El fugitivo, Los intocables. Estoy perdido para la tele. Estoy nostálgico. Soy un tonto, y lo que he visto me hacen dos tontos.