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Literatura como una tauromaquia

Por 26 de mayo de 2008 Sin comentarios

Javier Rioyo

Los ilustrados y sediciosos españoles, levantiscos, panfletarios, volterianos, constitucionalistas, afrancesados, moralistas o inmoralistas, que hicieron sus sátiras contra los toros tienen toda mi simpatía: de León de Arroyal al abate Marchena, españolazos, antitaurinos y, sin embargo, tan nuestros. Antes de Vicent algunos, desde la razón y la literatura, ya estaban luchando contra la España del "pan y toros".

Cuando me pongo a razonar me siento un Vicent. Pero cuando me pongo a disfrutar me miro en el espejo de Bergamín. Será por lo feo y sentimental. O quizá porque cuando encuentras sus palabras escritas sobre ese arte de birlibirloque, tan razonable, tan cabal, llenas de ingenio, de sabiduría popular (aquello que decía Lagartijo: "¿Qué viene el toro? Te quitas tú. ¿Qué no te quitas tú? Te quita el toro") y de música callada, de soledad sonora, de misterio, entiendes mejor que "un monstruo de la fortuna es el toro". Y que el "torero es un laberinto de la razón". Eso somos, razón y fortuna. Una faena en el ruedo ibérico.

/upload/fotos/blogs_entradas/lpez_pinillos_med.jpgTambién en el cartel mínimo e imprescindible de la prosa de toros deberían acompañarnos, López Pinillos con su novela Las águilas, para entender mejor a los aficionados, su forma de hablar, de quejarse o de callar, como el maestro Antoñete. Si pretendemos reconocer la voz de un torero, toda una mitología del toreo: leer la biografía sobre Belmonte del periodista y gran escritor Manuel Chaves Nogales.

Michel Leiris quiso ser torero con la literatura, no lo consiguió. Para eso hay que ser Rafael de Paula y escribir como Lorca. Entendió que había que mirar de frente al toro, como en un espejo perverso. Esa literatura es la que pretende José Tomás. A los que no podremos ver sus suertes, nos queda la lectura. La música callada del toreo.

Artículo publicado en: El País, 25 de mayo de 2008.

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Javier Rioyo

Javier Rioyo (Madrid, 1952) es licenciado en Ciencias de la Información. Periodista, escritor, director y guionista de cine, radio, televisión y dramáticos. Dirigió y presentó el programa semanal de libros Estravagario en TVE 2, con el que obtuvo el Premio Fomento a la Lectura 2005, concedido por la Federación del Gremio de Editores de España. También ha sido responsable de cultura y libros en el programa diario Hoy por hoy de la cadena SER. Es colaborador habitual de El País (escribe para el suplemento semanal Domingo) y de la revista Cinemanía. En televisión, Rioyo ha presentado el programa "El Faro" del canal Documanía y ha obtenido dos premios Ondas en Radio y uno en Televisión. Ha sido guionista de numerosos festivales de música para Canal+, así como de los premios Goya, y de diversos programas de radio y televisión. También coordinó los guiones para la serie Severo Ochoa. Ha dirigido y participado en cursos de Comunicación y Cultura en diversas universidades españolas. Formó parte del Comité Asesor de Alfaguara y ha sido jurado de festivales de cine y premios literarios en varias ocasiones. Es autor del libro Madrid: casas de lenocinio, holganza y malvivir (Espasa Calpe, Premio 1992 Libros sobre Madrid); y de La vida golfa (Aguilar, 2003). En 2005, con su productora Storm Comunicación, realizó la producción ejecutiva y el guión de Miracolo Spagnolo, un documental para la RAI sobre la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al gobierno y su primer año de legislatura. También dirigió y produjo Alivio de luto, un vídeo documental en el que entrevista a Joaquín Sabina; así como Un Quijote cinematográfico. En 1994 fundó la productora Cero en conducta, con José Luis López-Linares, con la que tuvo a su cargo el guión y la dirección de Alberti para caminantes (2003); y la producción ejecutiva y el guión del largometraje Un instante en la vida ajena (2003), que obtuvo el Premio Goya al mejor documental; así como de Tánger, esa vieja dama (2002). También ha codirigido con José Luis López-Linares el cortometraje Los Orvich: Un oficio del Siglo XX (1997), y los largometrajes Extranjeros de sí mismos (2001), nominado al mejor documental en la XVI edición de los Premios Goya; A propósito de Buñuel (2000); Lorca, así que pasen cien años (1998), nominado a los premios Emmy 1998; y Asaltar los cielos (1996), nominado a los premios Goya al Mejor Montaje, y ganador del Premio Especial Cine, de los Premios Ondas 1997.

En 2011 fue nombrado director del centro del Instituto Cervantes de Nueva York en sustitución de Eduardo Lago.​ Ocupó el cargo hasta septiembre de 2013, cuando fue sustituido por Ignacio Olmos.​ En 2014 fue nombrado responsable del centro del Instituto Cervantes en Lisboa.​ En febrero de 2019 deja el cargo y pasa a dirigir el centro de Tánger de la misma institución.

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