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Blogs de autor

La lectora opsímata

Por 2 de abril de 2008 Sin comentarios

Javier Rioyo

Decíamos ayer que nuestra iniciación a la lectura fue normal, a saltos de azar, a improvisados pasos del tebeo a las colecciones de los clásicos juveniles, de Tin Tin a Stevenson. Y eso lo hicimos a las edades habituales en tiempos en que no había vídeo consolas, ni WI ni esas cosas tan divertidas para no tener que leer. Crecimos en los años en que la televisión ya reinaba en las casas pero felizmente la oferta no era mucha, aunque no la recuerdo peor. Así, los libros fueron nuestro mejor juguete para la evasión. Después fueron otras cosas, pero esa es otra historia.

/upload/fotos/blogs_entradas/una_lectora_nada_comn_med.jpgAcabo de leer una deliciosa, inteligente y sagaz novela corta del británico Alan Bennet. Ya nos había divertido con sus anteriores novelas -siempre en Anagrama- y ahora nos instala la esperanza de que todo sea posible, no importa a qué edad. En la lectura no fuimos opsímatas, pero sí en muchas cosas más. Pero siempre hay tiempo. No está mal llegar aunque sea tarde.

La historia de la novela es sobre la transformación de la reina de Inglaterra por el tardío enganche a la lectura. Le llega tarde, pero le llega con la fuerza de una droga altamente adictiva. Y ya su vida, su cargo, sus obligaciones, sus entretenimientos y sus problemas pasan a un segundo plano. Lo primero, lo principal, es la lectura. Ni el poder, el dinero o la familia son tan importantes como sus lecturas.

Y se descubre que es una opsimatis. Que quiere recuperar el tiempo perdido, que lee todo, deprisa pero no sin falta de crítica: "No era una lectora benévola, y muchas veces deseaba haber tenido delante a los autores para cantarles las cuarenta".

"¿Soy la única, escribió, que quería echarle un rapapolvo a Henry James?

Entiendo por qué el doctor Jonson es tan apreciado, pero mucho de lo que dice es pura bazofia dogmática?

Estaba leyendo a Henry James a la hora del té cuando dijo en voz alta. -Oh, termina de una vez."

Me he sentido tan identificado. Muchas veces les grito a escritores que se gustan, que me gustan, que por favor terminen de una vez.

Este libro se lee de dos sentadas. Es un placer inteligente. Y me ha descubierto -entre otras cosas mi opsimatis. O como se llame a los opsímatas: personas que aprenden tarde en la vida.

Curiosa palabra que no encuentro en ningún diccionario. Palabra que nos abre la esperanza de que algunos, como la reina de Inglaterra, todavía puedan cambiar.

Por ejemplo, ¿se imaginan a Hugo Chávez enganchado a las buenas lecturas? ¿Se le imaginan un poco más silencioso y más fascinado por Onetti, Borges o Jorge Edwards? Que supiera que en Cuba -Castro ya no tiene arreglo- hubo escritores como Cabrera Infante, como Lezama o Gaston Baquero.

Y quién dice Chávez, podría decir Sarkozy. ¿Cómo estará Sarkozy de lecturas de Jean Genet o de Julien Green? Claro que ahora con esa intelectual que tiene de esposa, con esa lectora de poesía inglesa y otras literaturas, seguro que se pasa las noches leyendo.

De Zapatero no digo nada porque conozco a sus asesores culturales.

Mientras haya opsímatas hay esperanzas.

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Javier Rioyo

Javier Rioyo (Madrid, 1952) es licenciado en Ciencias de la Información. Periodista, escritor, director y guionista de cine, radio, televisión y dramáticos. Dirigió y presentó el programa semanal de libros Estravagario en TVE 2, con el que obtuvo el Premio Fomento a la Lectura 2005, concedido por la Federación del Gremio de Editores de España. También ha sido responsable de cultura y libros en el programa diario Hoy por hoy de la cadena SER. Es colaborador habitual de El País (escribe para el suplemento semanal Domingo) y de la revista Cinemanía. En televisión, Rioyo ha presentado el programa "El Faro" del canal Documanía y ha obtenido dos premios Ondas en Radio y uno en Televisión. Ha sido guionista de numerosos festivales de música para Canal+, así como de los premios Goya, y de diversos programas de radio y televisión. También coordinó los guiones para la serie Severo Ochoa. Ha dirigido y participado en cursos de Comunicación y Cultura en diversas universidades españolas. Formó parte del Comité Asesor de Alfaguara y ha sido jurado de festivales de cine y premios literarios en varias ocasiones. Es autor del libro Madrid: casas de lenocinio, holganza y malvivir (Espasa Calpe, Premio 1992 Libros sobre Madrid); y de La vida golfa (Aguilar, 2003). En 2005, con su productora Storm Comunicación, realizó la producción ejecutiva y el guión de Miracolo Spagnolo, un documental para la RAI sobre la llegada de José Luis Rodríguez Zapatero al gobierno y su primer año de legislatura. También dirigió y produjo Alivio de luto, un vídeo documental en el que entrevista a Joaquín Sabina; así como Un Quijote cinematográfico. En 1994 fundó la productora Cero en conducta, con José Luis López-Linares, con la que tuvo a su cargo el guión y la dirección de Alberti para caminantes (2003); y la producción ejecutiva y el guión del largometraje Un instante en la vida ajena (2003), que obtuvo el Premio Goya al mejor documental; así como de Tánger, esa vieja dama (2002). También ha codirigido con José Luis López-Linares el cortometraje Los Orvich: Un oficio del Siglo XX (1997), y los largometrajes Extranjeros de sí mismos (2001), nominado al mejor documental en la XVI edición de los Premios Goya; A propósito de Buñuel (2000); Lorca, así que pasen cien años (1998), nominado a los premios Emmy 1998; y Asaltar los cielos (1996), nominado a los premios Goya al Mejor Montaje, y ganador del Premio Especial Cine, de los Premios Ondas 1997.

En 2011 fue nombrado director del centro del Instituto Cervantes de Nueva York en sustitución de Eduardo Lago.​ Ocupó el cargo hasta septiembre de 2013, cuando fue sustituido por Ignacio Olmos.​ En 2014 fue nombrado responsable del centro del Instituto Cervantes en Lisboa.​ En febrero de 2019 deja el cargo y pasa a dirigir el centro de Tánger de la misma institución.

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