Javier Rioyo
Nuestros amigos del ABC cultural, el suplemento de las Artes y las Letras nos invitan a una celebración. Sus primeros quince años. La fiesta, seria y sobria, aunque relajada, fue en la sede del Instituto Cervantes de la calle Alcalá. En el edifico de las “Cariátides” de Antonio Palacios, el arquitecto del Madrid moderno que, como ya ha demostrado en el Círculo de Bellas Artes, construyó edificios multiusos. Lo que fue banco es ahora uno de los lugares del tinglado cultural madrileño. Un edificio que merece la pena visitar y colarse en su cámara acorazada que ahora guardará originales de escritores.
Pues allí fue la fiesta, en un salón que tiene un techo que recuerda al gusto, malo, de una tarta de los “quince años”. Esas tartas que han sufrido casi todas las niñas de la América Latina. Los discursos también fueron dulces, es lo que tocaba. El director de ABC, Zarzalejos, se mostró muy seguro de su periódico, de la renovación de este ABC, liberal, monárquico y abierto. Contento porque, Zarzalejos dixit, con suplementos como el del ABC se demuestra que la cultura no es una cosa de la izquierda. También dijo el director del periódico que el suplemento de las Artes y Letras ya es tan emblemático del periódico como lo son “la tercera” y las esquelas. Se le veía seguro con el camino centrado de este ABC al que consideró el auténtico. A su lado la presidenta Catalina Luca de Tena, que sabe callar y sonreír de manera elegante. Buena editora, sobre todo con el oportuno rescate de uno de los libros más “canallas” de Julio Camba, Haciendo de República.
Después habló el director del suplemento, Fernando Rodríguez Lafuente, hombre fundamental en la renovación del mismo -además de intelectual de aristas muy diversas y de responsabilidades orteguianas y renovadoras-, que desde hace años consigue que muchos que habitualmente no compran el ABC lo hagan los sábados por acercarse a ese suplemento. Sin duda uno de los mejores de nuestro país y “el mejor del mundo”, según la ministra de Cultura, Carmen Calvo.
La ministra no se cortó, dijo algo más. Tanto que los responsables del suplemento y colaboradores, casi tuvieron que rebajar los piropos de la ministra que, ya muy lanzada, comparó al suplemento con el “Oráculo de Delfos”.
No sé en que lugar de los suplementos literarios y de arte habría que situar al de ABC, pero sin duda es una compañía nuestra desde que nació y mucho más ahora que está en los momentos más abiertos e interesantes de su historia. Seguirá siendo una cita sabatina de muchos que no compran o comparten otras cosas, otras firmas y otras informaciones de su periódico. Felicidades.