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El Sur pide la palabra

Eder. Óleo de Irene Gracia

Javier Fernández de Castro

La descripción que hace de este libro el cineasta Oliver Stone no puede ser más sugestiva: “El eslovaco chalado, el carismático filósofo croata y el más peligroso político griego han unido fuerzas para brindarnos el atasco en el que está medita Europa…”. El esloveno chalado es Slavoj Žižek, director de un instituto de humanidades en la Universidad de Londres y uno de los revulsivos culturales más provocadores de Europa, por más que sus numerosos enemigos y detractores en lugar de apreciar sus indudables dotes para el espectáculo  prefieran descalificarlo tachándolo de gamberro. Después de leer su decena de intervenciones en este libro el lector español podrá apreciar que si este hombre irrita tanto a los poderes establecidos es porque, junto a una actitud irreverente que a ratos se adentra en la blasfemia, demuestra una capacidad de análisis y una facilidad para la síntesis que le hacen terriblemente incómodo y difícil de rebatir sin caer en el insulto puro y duro (que es lo que por lo general hacen).

                Menos conocido por el gran público que Žižek,  el filósofo carismático Srećko Horvat no es menos luchador e incisivo que él. Aparte de escribir libros de combate y colaborar en medios como The Guardian, El País y Al Jazeera, dirige en Zagreb el Festival Subversivo, que no sé exactamente qué es aunque con semejante título tampoco hay que ser un adivino para hacerse una idea de qué hacen. El tercer participante, Alexis Tsipras, el más peligroso político griego, fue la gran y más esperanzadora sorpresa en las últimas elecciones de su país (2009) y aquí hace las veces de banderín de enganche para las elecciones al Parlamento Europeo de 2014, a las que se presenta al frente de una colación de partidos denominada Partido de la Izquierda Europea.

                Lo que han escrito entre los tres, no es un tratado político, ni la tan ansiada reflexión que saque a la izquierda de la profunda depresión que la aqueja desde hace ya tanto tiempo: es un libro de combate que busca transmitir la urgencia de un cambio radical en el rumbo actual de la Unión Europea.  Aunque cada uno vaya a su aire, tanto Žižek como Horvat comparten su crítica a la mayor parte de las medidas adoptadas para paliar una situación provocada por los bancos con la connivencia de los estados y cuyo coste se ha hecho recaer íntegramente sobre las problaciones: entre otras muchas, una fiscalidad injusta, recortes en el gasto público sin precedentes, "ajuste" de los salarios, desmantelamiento del Estado providencia o la privatización de bienes públicos fundamentales, como por ejemplo el agua y la energía. Y las que seguirán.

Como es lógico, dada su condición de esloveno y croata, respectivamente, ambos son muy sensibles a la campaña de desinformación sufrida por sus países con el ingreso en la Comunidad Europea, y que les está conduciendo a una situación política y social sospechosamente similar a la que ya sufren Grecia, España, Portugal o Irlanda.  La conclusión es que Los Balcanes, los demonizados y vilipendiados Balcanes, son en definitiva una parte integrante y no diferenciada de ese Sur que reivindican los autores del libro.

Pero, aun siendo artículos de combate, lo que los hace más incisivos es que sus autores son capaces de alternar la lucha de trincheras con análisis de mucho calado, y en ese sentido son muy reveladores los titulados “En tierra de sangre y dinero: Angelina Jolie y los Balcanes” (una crítica demoledora de Srećko Horvat a En tierra de sangre y miel, la película en la que la conocida actriz metida a directora se empantanó en su intento de mostrar ese terrible y siniestro punto en el que, por recurrir a la terminología de Giorgo Agamben al hablar de Auschwitz “el bien y el mal, y con ellos todos los metales de la ética tradicional, alcanzan su punto de fusión”). Y ya que el lector habrá llegado hasta el momento en que Horvat justifica la sustitución de la imagen dulzona de la miel por el rostro implacable del dinero,  puede adentrarse en el artículo siguiente, titulado “La marcha turca”, en el que Slavoj Žižek analiza y da noticias bastante curiosas acerca del cuarto movimiento de la Novena sinfonía de Beethoven y el (mal) llamado “Himno a la alegría”.

En vísperas de las elecciones europeas es casi un elercicio de higiene mental hacer una pausa en la avalancha de ideología trucada que están vertiendo los curiosamente todavía llamados partidos “conservadores” y “progresistas” y darle una oportunidad a una visión de Europa diferente, y que podría resumirse en una reflexión de alguien tan poco sospechoso de subversión como es T.S. Eliot. En sus Notas para la definición de una cultura, sostenía que en la tesitura de elegir entre el sectarismo y la incredulidad, el único modo de mantener viva una religión (en este caso el fetiche Europa) es provocar una escisión que rompa el núcleo central de esa Iglesia. O dicho en otras palabras: el chalado, el carismático y el peligroso político que firman este libro no tratan de acabar con Europa sino de provocar un cisma en el que las grecias, españas, portugales, irlandas, eslovenias, croacias, serbias y quienes vengan detrás vean sus derechos respetados y colmadas sus aspiraciones más elementales. O sea, que les den la palabra. Qué menos.

 

 

El sur pide la palabra

Srećko Horvat y Slavoj Žižek

Prólogo de Alexis Tsipras

Traducción de Enrique Murillo

 

Los libros del lince

 

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Javier Fernández de Castro

Javier Fernández de Castro (Aranda de Duero, Burgos, 1942- Fontrubí, Barcelona, 2020) ejerció entre otros los oficios de corresponsal de prensa (Londres) y profesor universitario (San Sebastián), aunque mayoritariamente su actividad laboral estuvo vinculada al mundo editorial.  En paralelo a sus trabajos para unos y otros, se dedicó asiduamente a la escritura, contando en su haber con una decena de libros, en especial novelas.

Entre sus novelas se podrían destacar Laberinto de fango (1981), La novia del capitán (1986), La guerra de los trofeos (1986), Tiempo de Beleño ( 1995) y La tierra prometida (Premio Ciudad de Barcelona 1999). En el año 2000 publicó El cuento de la mucha muerte, rebautizado como Crónica por el editor, y que es la continuación de La tierra prometida. En 2008 apareció en Editorial  Bruguera,  Tres cuentos de otoño, su primera pero no última incursión en el relato corto. Póstumamente se ha publicado Una casa en el desierto (Alfaguara 2021).

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