Héctor Feliciano
No sabemos aún si el debate presidencial de hoy viernes tendrá lugar. Aún así, vale la pena escribir sobre ellos.
Los tres debates de los candidatos presidenciales comienzan hoy viernes, 26 de septiembre, y son siempre eventos de relativa importancia en el país. La noche de los debates la gente se reúne en grupos en las casas o en los grandes bares para observar por televisión estas justas políticas y los partidos organizan, igualmente, veladas con televisores en las que se paga para recaudar fondos.
Normalmente, mucha más gente observa el primero que los otros dos que le siguen. Y, muchos de los votantes indecisos tomarán posiciones definitivas sobre la base de lo que observarán. En las últimas elecciones de 2004, más de 62 millones de telespectadores encendieron su televisor para observar el primer debate entre Kerry y Bush.
Cabe recordar que este tipo de espectáculos no es el fuerte de Obama. No se ha presentado en ningún debate desde el mes de abril contra Hillary, en el que salió mal parado. Y, luego, el 16 de septiembre, no se presentó bien en una entrevista de ambos candidatos realizada por un conocido pastor protestante y transmitida por la televisión nacional.
El debate presidencial de esta noche tendrá lugar en la Universidad de Misisipi en el pueblo de Oxford del mismo estado. El primero y el tercer debate se concentrarán en varios temas de interés acordados con anterioridad por ambos candidatos y moderados por un periodista conocido.
En el de hoy se tratará sobre política exterior y seguridad nacional. Seguramente, se hablará mucho sobre Irak, y McCain podría salir airoso pues, de los dos candidatos, sólo él apoyó el incremento de tropas en Irak que ha amainado, o casi, la incipiente guerra civil por la que atravesaba el país.
El segundo, tendrá lugar el 7 de octubre y es el único que poseerá un formato diferente ya que los candidatos se encontrarán rodeados por gente del común que los interrogarán sobre diversos temas que no se anunciarán a los telespectadores de antemano. A pesar de que existe un sistema de preselección de los participantes, podrían surgir preguntas inesperadas. Se sabe, además, que Obama no brilla en este tipo de formato de contacto directo con el público pues le favorecen los grandes encuentros con miles de personas en los que puede desplegar unívocamente sus habilidades de orador.
El 15 de octubre finalizan los debates los dos candidatos reuniéndose para conversar sobre política interna. En esta fecha se tratarán más directamente los temas de la inmigración, de la economía, de la salud y de la educación que interesan mucho a los hispanos.
El 2 de octubre, Biden y Palin se reúnen para el debate de los candidatos a la vicepresidencia. Se rumorea que uno de los objetivos de McCain en anular el debate de hoy era proporcionarle más tiempo de preparación a Palin.
En todo caso, se espera mucho del encuentro, pues, por una parte, el equipo de McCain ha protegido tanto a Palin de la prensa que solamente le ha permitido una gran entrevista televisiva nacional la semana pasada y, además, negoció para que en este debate exista el menos contacto posible entre los dos contrincantes. Cada uno contestará a la pregunta que se le formule y entrarán poco en discusiones entre ambos. De todos modos, se estudiarán a la lupa sus respuestas y comentarios y se observará de cerca si Biden es capaz, con sus conocimientos y experiencia política, de detener los encantos políticos del fenómeno Palin.
A pesar del real interés que ha provocado la candidatura de Palin, es importante saber que nunca, hasta ahora en las elecciones estadounidenses, los candidatos a la vicepresidencia han contado mucho a la hora de decidir los votantes. Siempre se ha votado por el candidato a la presidencia y no por la pareja; y, este año, se espera que siga siendo así.