Francisco Ferrer Lerín
Traemos aquí la voz CRUENTACIÓN extraída de la 6ª ed. (1999) de la versión española, sumamente confusa, del Dictionnaire des symboles (1969) de Jean Chevalier y Alain Gheerbrant publicada por la Empresa Editorial Herder, S.A. de Barcelona y que consulto en la Biblioteca Gloria Gispert Pou de la Ciudad Condal. La cruentación es la afluencia de sangre al orificio de una llaga, después o antes de la muerte. Los Escolios Berneses de la Farsalia de Lucano, textos tardíos del siglo IX que se basan en fuentes hoy perdidas, mencionan la cruentación como medio de sacrificio en honor de Esus-Marte: "Esus-Marte se aplaca así: se suspende a un hombre de un árbol hasta que los miembros estén aflojados por la pérdida de sangre." Pero es el único testimonio que se tiene sobre esta forma de sacrificio y la única correspondencia parcial es germánica. La Inglingasaga precisa que Odín es el dios de los ahorcados y el Havamal relata que permanece nueve días y nueve noches colgado de un árbol a él consagrado. Pero no hay cruentación y tampoco se conoce ningún ejemplo insular.
La cruentación fue también utilizada como ordalía, y servía para designar al asesino. Este derramamiento o chorro de sangre es como la prueba de verdad, y atestigua que el sacrificio es aceptado, o que la confesión del crimen se ha conseguido.