Skip to main content
Blogs de autor

Rembrandt

Por 2 de febrero de 2006 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

Con motivo del cuarto centenario del nacimiento de Rembrandt, la Pedrera acoge una exposición de grabados del pintor holandés.
Las piezas expuestas impresionan sobre todo por el grado de detalle con que Rembrandt era capaz de capturar la expresión humana: cada pelo de la enmarañada barba del padre de Rembrandt, cada arruga de su madre y cada músculo del cuello del propio autor han quedado para la posteridad, algunos de ellos en miniaturas tan finas que el ojo normal necesita una lupa para apreciar la laboriosidad del pintor en todo su esplendor.
Pero el gran logro, a mi entender, no radica en su talento para plasmar las superficies, sino en que esas superficies están llenas de vida. Hay un autorretrato en que Rembrandt, con capa sombrero de gran señor, nos muestra lo feliz que está. En la época en que lo pinta, es rico, es famoso, está enamorado, tiene una familia. Su retrato es la viva imagen de la satisfacción. Hay otro, en cambio, que pintó tras la muerte de su esposa. En esa época, está en quiebra económica y moral: la niñera de su hijo le exige que cumpla su promesa de casarse con ella, pero a él lo mantiene su sirvienta. El Rembrandt de ese autorretrato es un hombre gastado. Su sombrero está raído y su traje es ordinario. Su mirada es gris. Al retratarse, Rembrandt no hace un ejercicio de estilo, sino fotografía el fracaso.
Las sombras de Rembrandt dan volumen a los personajes, sus contrastes crean atmósferas, y todo parece un mundo tridimensional en color. Sólo que no lo es: es un plano monócromo. Del mismo modo, sus personajes llevan en la mirada el éxito y la ruina, el dolor y la esperanza. Sus escenarios y sus decorados resultan extensiones de sus sentimientos, los amplifican y sitúan. Pero en realidad, en el papel no hay más que trazos a lápiz. Rembrandt no es genial porque copie a la perfección lo de afuera, sino porque plasma con precisión lo que lleva adentro, lo que ninguna figura puede abarcar.

Close Menu