El delantero de este equipo de fútbol trató de suicidarse una vez. Tomó varias cajas de pastillas, pero sus familiares lo encontraron a tiempo y lo llevaron al hospital. Se llama Carlo. Dice que, cuando se queda solo, el enanito que lleva dentro empieza a hablarle, y le pide que haga cosas malas. Por eso le gusta jugar al fútbol. En los primeros cinco partidos, ha hecho tres goles.
Carlo es uno de los protagonistas del documental italiano Locos por el fútbol, que narra las peripecias de su equipo, el Gabbiano, hasta que resulta campeón del torneo del Departamento de Salud Mental de ese país. El equipo está integrado por esquizofrénicos, bipolares, depresivos y otros pacientes del Departamento. El campeonato forma parte de su terapia.
Uno de los goleadores del equipo se llama Sandrone, y era policía y guardaespaldas hasta que empezó a escuchar voces en su cabeza. Dimitió varias veces hasta que le aceptaron la renuncia. A veces se pone violento. Pero la mayor parte del tiempo lo dedica a escribir y leer poesía. Quiere conseguir un trabajo, porque así podrá pensar en otras cosas, y no se pasará el día con las voces de su cabeza.
Para Sandrone, para Carlo y para todos los jugadores del Gabbiano, el fútbol es una manera de entrar en contacto con la realidad. La sociedad les exige demasiado para formar parte de ella. En cambio, los partidos tienen pocas reglas y claras, y restituyen su sentido de formar parte de un grupo. Por supuesto, todos reproducen sus problemas en el campo. Benedetto está tan ensimismado que es incapaz de pasarle la pelota a nadie más. Valerio a veces se distrae, con el agravante de que es el portero. Javier puede ponerse realmente agresivo con el otro equipo. Pero el principio terapéutico es que, en la medida en que sean capaces de superar sus limitaciones personales y comunicarse con el equipo, serán premiados con la victoria.
El documental muestra los partidos del equipo, y luego entrevista a sus integrantes por separado. Al verlos, el espectador se pregunta dónde están los límites de la locura. Los personajes de este documental –los locos- parecen simplemente personas hipersensibles, que tienen pensamientos comunes a todas las personas, pero no consiguen sobreponerse a ellos: la soledad, la injusticia, la incomprensión, y por lo tanto la sociedad, les resultan imposibles de sobrellevar. A todos nos resulta difícil a veces levantarnos por las mañanas. Pues a ellos les ocurre lo mismo, pero siempre.
Hasta cierto punto, ellos parecen más realistas que los que aparentemente estamos cuerdos. La cordura implica olvidar las cosas que nos duelen o no darles importancia para poder continuar con nuestra vida cotidiana. La locura –en ese sentido- es un estado de alerta perpetua. El fútbol, para los jugadores del Gabbiano, no es sólo una manera de retomar contacto con otras personas. Es sobre todo, como cualquier juego, una vía de escape, un dulce olvido de una realidad que no comprenden y que no los comprende a ellos.