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Bush vs. América

Por 6 de marzo de 2006 diciembre 23rd, 2020 Sin comentarios

El presidente americano ha tenido una semana agitada. Primero ha estado haciendo negocios en tecnología nuclear con India, un país que tiene armas atómicas y no ha firmado el tratado de No Proliferación, pero según Bush un país bueno. Un aliado. Gente linda. Luego se ha ido a Pakistán a hablar con Musharraf, un dictador que también tiene bombas nucleares pero es un gran compañero y, sobre todo, un tipazo. En Pakistán, Bush incluso ha jugado críquet de puro buena onda.

Es una suerte que esta gente sea confiable y sensata. El problema ahora son los americanos. Algunos, como el tribunal federal, no comprenden los esfuerzos que Bush hace por ellos, y han tenido la ocurrencia de levantar el secreto que pesaba sobre los presos de guerra de la base de Guantánamo. Entre las joyitas desclasificadas que publica la prensa de hoy aparece un oficial norteamericano explicándole amablemente a un reo que no le importa nada la ley internacional. Según los republicanos, estas cosas no se deberían airear así nomás. Dan mala imagen.

La verdad es que todo lo que se airea de este gobierno da mala imagen, incluso mal olor. Pero el tema nunca le preocupó mucho a la administración Bush porque pensaba en los beneficios: seguridad garantizada, control absoluto del petróleo, solución de los conflictos en Medio Oriente, hegemonía mundial norteamericana. Todo eso a cambio de un par de hippies gritando por la calle es sin duda un buen negocio. Y sin embargo ¿Lo han logrado? Echemos un vistazo a los logros del pragmatismo Bush:

1. El 11-S despertó una ola de solidaridad con los EE.UU. Por entonces, ese país representaba la democracia, los derechos humanos, el respeto a la ley y a la tolerancia. Cuatro años después, en Asia proliferan los estados nucleares. En América Latina proliferan los gobiernos de izquierda. Europa ha tenido sus primeros desacuerdos serios con EE.UU. desde la Guerra Mundial. La influencia económica de China crece imparable. El desarrollo de alianzas políticas y mercantiles que no dependan de Washington se ha acelerado. Algunas de esas alianzas eran impensables hace algunos años, como la de Bolivia con Irán o las reuniones de Hamas con Rusia. Básicamente, nadie quiere tener demasiado contacto con EE.UU.

2. El terrorismo se ha multiplicado. En lugares como Irak, donde no existía, ahora desafía directamente a la ocupación, matando americanos. Los gobiernos que apoyan terroristas como el de Irán se atreven a insultar a Israel y a desarrollar programas nucleares a sabiendas de que EE.UU. ya no puede costear otra invasión. En vez de contenerlo, EE.UU. se ha sumado alegremente al terrorismo: basta recordar Guantánamo o Abu Ghraib, el secuestro de un hombre en Italia, los vuelos militares ilegales sobre Europa, la negativa de EE.UU. a aceptar el Tribunal Penal Internacional o su protección al terrorista Luis Posada Carriles. Y esos son sólo los casos de los que nos hemos enterado.

3. Todo eso implica que se haya disparado el precio del petróleo, fortaleciendo precisamente a los estados enemigos de EE.UU., como Venezuela o Angola. EE.UU., primer consumidor mundial de petróleo, ha alimentado a sus enemigos directos poniendo en riesgo su propia economía.

4. En el interior del país, las cosas no están mejor. Todo el dinero dedicado a la guerra de Irak es una bofetada al déficit, y sobre todo, a los americanos que carecen de seguro médico. Ni qué decir de todos los damnificados por el huracán Katrina del que, sabemos hoy, Bush tuvo noticias personalmente y de antemano, con los resultados ya conocidos.

5. Si no en la economía, los republicanos se han mostrado muy eficientes en la represión generalizada: han implementado escuchas telefónicas –léase espionaje- contra sus propios ciudadanos, han pretendido aprobar un proyecto de ley autorizando la tortura, han montado un escándalo por la teta de Janet Jackson, incluso han pretendido bloquear una de las nominaciones al Oscar: Paradyse now. Si les dan tiempo suficiente, terminarán prohibiendo el bikini.

Está claro que buena parte del mundo se siente agredida por la superpotencia, pero a pesar de todo, tengo la impresión de que el país que más ha perdido con la actual administración es precisamente Estados Unidos.

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El Boomeran(g)
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