Conexión aldeana
Parece que las fuerzas neolíticas de la comarca han pactado con las paleolíticas del marianismo el trazado del tren veloz. Y oh prodigio, no servirá para conectar a Pamplona directamente con Francia, sino para unir a las cuatro capitales del eusko irredentismo. La aversión al progreso de los carlistas y demás aberzaliados viene de atrás, qué sorprendente.
Cuando en el siglo pasado iban a mejorar la carretera Pamplona Irún —que ya la Diputación navarra decimonónica consiguió trazar racionalmente comprando un corredor a los indígenas guipuzcoanos—, hubo expresiones memorables como la de Etxegarai, el alcalde de Lesaka por parte de Sabino Arana, que fundó su resistencia al trazado y anchuras modernas en que con carreteras rápidas «estos pueblos se quedan muertos», lo que hacían falta eran caminos carretiles y ventas, siguiendo la tradición vasca, ya elogiada por Aymeric Picaud hace mil años, de saquear al transeúnte. En fin, esto es lo que se dice perder el tren.